La Presidente
encabezó un acto en Casa de Gobierno, en el que anunció la próxima
implementación de un sistema de seguridad que ayudará a combatir a los
violentos que promueven el caos en los estadios de fútbol.
Con este
nuevo sistema, los hinchas tendrán que poner su huella digital en un aparato
que conectará directamente con una base de datos y en segundos dirá si el
simpatizante tiene antecedentes de violencia en eventos deportivos; en caso de
que así fuera, la pantalla dirá "acceso denegado".
Para mostrar
de manera práctica el nuevo sistema, Florencio Randazzo se puso en el papel de
hincha y, como su nombre había sido cargado con antecedentes de
"barrabrava", la máquina le negó el acceso.
El
"accidente" llegó después, cuando Cristina Kirchner intentó pasar el
filtro pero su huella digital no fue reconocida por el aparato, que no dio
ninguna respuesta. "Yo no voy a la cancha, por eso no me debe dar",
dijo la mandataria, incómoda pero con una sonrisa.
Ante esta
situación, un encargado de chequear el funcionamiento del aparato se acercó
pero realizó un comentario desafortunado: "Debe tener mala calidad la
huella". La respuesta de la Presidente fue instantánea: "¿Cómo 'mala
calidad la huella'? Este no va a durar cinco minutos conmigo".
Mientras los
funcionarios y dirigentes deportivos que estaban presentes se reían de la
situación, la jefa de Estado dejó que probara Julio Grondona y el sistema
funcionó. Entonces Cristina Kirchner quiso intentar otra vez.
El resultado
fue el mismo: el sistema no reconoció la huella digital de la Presidente, y el
asistente volvió a realizar una apreciación inesperada: "Me parece que (no
funciona porque) tiene mucha crema en el dedo"; por supuesto, la
mandataria volvió a mirarlo de reojo....
Luego de un
extenso discurso, Cristina Kirchner se despidió pero avisó que iba a volver a
intentar que el sistema la reconociera y le permitiera pasar. "Si no, no
me voy", finalizó.