Con la
inauguración oficial de esta réplica del 'Arca de Noé', construida por el
holandés Johan Hubiers en la ciudad de Dordrecht, la realidad parece que vuelve
a superar a la ficción, ya que la embarcación presenta todas las
características que cita la Biblia. El coloso de madera mide trescientos
'codos' de longitud (unos 13 metros y medio), cincuenta de ancho (2,2 metros) y
treinta de altura (1,3 metros). A bordo cuenta con reservas de agua potable y
alimentos, incluidas frutas y verduras suficientes para una larga travesía. La
muestra incluso incluye figuras a escala real de los animales que poblaron el
arca. La única diferencia con la estructura que se describe en el Antiguo
Testamento es que la obra fue armada en su totalidad con madera de pino sueco y
el original se hizo con ciprés. La historia de este arca empezó en 1992, cuando
Huibers soñó con una inundación: “vi cómo Holanda desaparecía precipitadamente
debajo de una enorme masa de agua”. Nada más ver este sueño tan profético, el
hombre compró un libro sobre el Arca de Noé y decidió crear una copia exacta
del barco de salvamento. En 2005 empezó a construir un pequeño arca, y cuando
lo acabó un comerciante se lo compró para un parque de diversiones de temática
bíblica. Tres años después Huibers se decidió a crear otra copia diez veces
mayor que la anterior, a imagen y semejanza del Arca de Noé. Hubiers soñaba con
estrenarla en las aguas del Río Támesis durante los Juegos Olímpicos de
Londres, pero arrojó la idea por la borda debido a que la embarcación no cumple
con los estándares modernos en cuanto a
la seguridad de los pasajeros.
martes, 31 de julio de 2012
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