Estas armas brillantes revelan el extravagante estilo de vida de los capos de la droga mexicana.
Esta arma de mano, se le secuestró al narcotraficante Alfredo Beltrán Leyva, también conocido como ‘El Mochomo’, se muestra en el Museo del Ejército.
Los elementos decomisados, que incluyen varias armas de precisión y rifles de alto poder, decorados con oro, joyas y hasta con símbolos religiosos, que ahora se exhiben en un museo militar mexicano.
Una medalla que pertenece al cártel de drogas de los Zetas (izquierda) y una placa de oro dedicado al ‘comandante Tiburón’ del Golfo de México (derecha).
El museo privado, que se encuentra custodiado por el Ministerio de Defensa, fue inaugurado en 1985 y es utilizado por los militares para educar a los soldados sobre el estilo de vida y la cultura de los carteles de la droga.
Abierto sólo a los funcionarios militares y cadetes en la lucha contra las drogas, el Museo de los Enervantes, también sirve para la crónica de la guerra de México contra las drogas.
La Virgen de Guadalupe está esculpida en el mango de una pistola, mientras que en la parte superior hay una referencia a ‘Pancho Villa, un general de la Revolución de México. El arma pertenecía a un miembro de la “banda de Cárdenas Guillén"
Cuando se abrió por primera vez, el museo solo tenía una habitación individual de la cocaína y la heroína confiscada.
Desde entonces, se ha ampliado a diez habitaciones, con el fin de mostrar un conjunto de los más extravagantes objetos, que las ganancias mal habidas pueden comprar y que reflejan los gustos que fascinan a los gánster.
El museo, que se encuentra en el Ministerio de Defensa, inaugurado en 1985 y es utilizado por los militares para educar a los soldados sobre el estilo de vida y la cultura de los carteles de la droga
Entre los objetos más importantes está un diamante incrustado en un teléfono móvil y una medalla de oro macizo que lleva en la marca de una de las bandas de narcotraficantes. Fuente: dailymail
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