ARGENTINA: Dos personas fallecieron y una tercera está grave luego de que en un asado entre compañeros de trabajo, deviniera en una violenta gresca.
Luego de un arduo día de trabajo en el paraje Algarrobal Viejo, departamento Pellegrini, cuatro jornaleros recibieron sus pagos correspondientes. Estaban contentos y decidieron hacer un asado para celebrar. Pero había un trasfondo que hacía presumir que el convite no iba a tener un final feliz. Dos de los cuatro hombres que se habían reunido, tenían una vieja rivalidad, que según trascendió, tenía que ver con una mujer que vive en la zona.
Aparentemente, Gerardo Orlando Vera, de 28 años y vecino de Tres Bajos, departamento Pellegrini, estaba compartiendo el asado por la finalización del trabajo con Leo Abregú, Gustavo Orellana y posiblemente una cuarta persona (aún no identificada), los tres de Nueva Esperanza.
Según señalaron fuentes del lugar Vera y Abregú habían tenido una vieja disputa que había comenzado por una mujer, pero que hace tiempo había quedado en el pasado.
Luego de varias horas comiendo y bebiendo, aquellas diferencias comenzaron a aflorar. Las bromas iniciales trocaron en burlas subidas de tono y luego en una fuerte discusión.
Tras la pelea verbal Vera y Abregú se habrían tomado a golpes de puño y Orellana salió en defensa de su coterráneo. Al verse en inferioridad numérica y con el discernimiento nublado por la bebida, Vera habría tomado un arma blanca e hirió de muerte a Abregú.
El amigo de Abregú, a su vez, le dio una puñalada a Vera como represalia de la agresión. Aquí es donde la historia se pone más compleja porque no se sabe quién hirió posteriormente a Orellana.
Dos son las teorías sobre la grave lesión que recibió el otro hombre oriundo de Nueva Esperanza. La primera habla de un cuarto hombre que habría compartido el asado con ellos. La otra habla de la posibilidad de que Vera, pese a la herida que le habían propinado, logró asestarle un puntazo a Orellana.
La Policía habría llegado hasta el lugar un par de horas después del hecho. Encontraron a Vera, quien había fallecido por las heridas mortales, mientras que Orellana y Abregú estaban tirados en el suelo, ambos con profundas heridas cortantes, aunque con vida.
La gravedad de las lesiones obligó a la Policía a actuar con la máxima celeridad posible. Decidieron trasladar a los heridos al Hospital Padilla, de la ciudad de San Miguel de Tucumán, puesto que la distancia era menor a la que había entre el lugar y los centros asistenciales de alta complejidad de Santiago del Estero.
Pese a la atención médica, Abregú murió en el nosocomio tucumano, en tanto que Orellana está internado en terapia intensiva y su pronóstico es reservado. FUENTE: El liberal.
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