Tras golpearlo, los campesinos llevaron a Cano al cementerio y lo enterraron vivo en presencia de sus cinco hijos. Un fiscal y 60 policías lograron entrar al lugar ayer, 40 días después del asesinato, para exhumar el cuerpo de Cano y lo trasladaron al mortuorio del hospital Viedma, en Cochabamba.
Hace tres semanas ocurrió un caso similar de lo que los campesinos e indígenas llaman "justicia comunitaria", también en Cochabamba, donde campesinos torturaron y enterraron vivos a tres hermanos a los que acusaron de matar a otro agricultor. El Gobierno del aimara Evo Morales y algunas organizaciones indígenas rechazan que los linchamientos sean "justicia comunitaria", pero los campesinos que la aplican dicen que sí lo es.
En los últimos meses, la Iglesia católica, el Defensor del Pueblo y la Organización de Naciones Unidas (ONU) han expresado preocupación por el aumento de los linchamientos en el país. Según el Defensor del Pueblo, en lo transcurrido de 2010 ha habido unos 20 linchamientos en Bolivia, mientras que la ONU contó al menos 30 casos desde 2009, sin contar 77 intentos frustrados.
Morales promulgó en junio una ley que consagra la "justicia indígena" a la par de la vigente desde hace siglos, pero para que sea efectiva hace falta otra norma que defina los límites entre ese sistema y el de origen europeo.
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