Un perro de
raza alabai (pastor de Asia Central) a costa de su propia vida, salvó la de su
amo, que se quedó dormido en las vías del tren en la ciudad de Karagandá en
Kazajistán.
El hombre
había decidido suicidarse, y para hacerlo de una manera más fácil, se
emborrachó antes de tumbarse en las vías férreas, donde finalmente se quedó
dormido.
Al percatarse
de que se acercaba el tren, el perro, que todo ese tiempo permaneció cerca, se
tiró a las vías y agarrando con las fauces el cuerpo de su amo, lo arrastró,
dejándolo fuera del alcance del tren. Desgraciadamente, el propio animal no
tuvo tiempo suficiente para retirar sus patas traseras: el tren pasó justo por
encima, pese a que el maquinista se puso a frenar en cuanto notó que algo se
movía en las vías.
El perro
murió en el acto. El hombre, salvado por su amigo fiel, fue llevado al
hospital, donde los médicos le identificaron. Resultó ser un desempleado, de 48
años de edad, que, según explicó posteriormente, decidió acabar con su vida
porque “estaba harto de todo". R.T.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario