El Gobierno chileno rechaza las propuestas para dar una salida al mar a Bolivia, que impliquen dividir en dos a Chile, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.
"Las alternativas que significan dividir el país en dos nos parece que no son las que van en beneficio de Chile", dijo Moreno en una entrevista difundida por Televisión Nacional (TNV) en la noche de este domingo.
La postura del Ejecutivo de Sebastián Piñera busca "analizar todas las soluciones que le entreguen (a Bolivia) el mejor acceso al mar, pero siempre velando por los intereses de Chile, y ese interés nunca estará en dividir al país en dos", recalcó el canciller.
Una de esas propuestas consistía en conceder a Bolivia un enclave sin soberanía en el litoral de la región de Tarapacá, en un área comprendida entre la Quebrada de Camarones y la ciudad de Iquique, a 1.790 kilómetros al norte de Santiago.
Se trataba de una cala deshabitada en la que se podría construir un puerto para la salida de minerales de hierro y litio de Bolivia, así como una zona turística.
Según publicó ayer el diario La Tercera, el gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2006-2010) conversó sobre esta propuesta con el Ejecutivo de Evo Morales, en el marco de la agenda bilateral de trece puntos que se puso en marcha en 2006.
Uno de los puntos de esa agenda es abrir una salida al mar para Bolivia, que este país perdió en una guerra librada contra Chile a fines del siglo XIX, y en la que este país también se anexionó unos 800 kilómetros en el norte que hasta entonces pertenecían a Perú y a Bolivia. Según La Tercera, el Gobierno boliviano llegó a enviar en diciembre de 2009 un acta a Chile con el contenido de esa propuesta, pero Bachelet optó por no firmarla dado que Chile se encontraba ya inmerso en el proceso electoral que culminó con el triunfo del conservador Sebastián Piñera.
Al llegar a la Presidencia, Piñera frenó esta propuesta y prefirió apostar por dar a Bolivia un corredor sin soberanía al norte del río Lluta, una franja de siete kilómetros entre la frontera con Perú y la ciudad chilena de Arica, a 2.070 kilómetros al norte de Santiago.
Esta alternativa no rompe la continuidad del territorio chileno, pero requiere de la aprobación de Perú, ya que según el Tratado de 1929, ese país debe ser consultado en caso de que Chile decida ceder a un tercer Estado territorios que antes fueron peruanos, como es el caso de Arica. En cualquier caso, "hoy día la soberanía no está sobre la mesa", precisó ayer el canciller chileno. "El presidente ha sido muy claro en esta materia: lo que nosotros estamos buscando es colaborar con Bolivia en un tema que tiene muchísimos años en tratar de mejorar su acceso al mar", agregó Alfredo Moreno.
Por otra parte, el ministro se mostró optimista y aseguró que a su país le va "a ir bien" ante la demanda que Perú presentó en 2008 en la Corte Internacional de Justicia de La Haya para modificar a su favor el límite marítimo con Chile.
"No vamos a escatimar ningún recurso en defender los intereses de Chile frente a la Corte, porque Chile tiene razón, porque durante 60 años así lo han entendido no sólo Chile sino que también Perú y Ecuador", señaló.
Lima alega que el límite marítimo no está fijado, mientras que Chile defiende la vigencia de dos tratados firmados en 1952 y 1954 junto a Ecuador y Perú, país que considera que esos documentos son sólo acuerdos pesqueros.
"Las alternativas que significan dividir el país en dos nos parece que no son las que van en beneficio de Chile", dijo Moreno en una entrevista difundida por Televisión Nacional (TNV) en la noche de este domingo.
La postura del Ejecutivo de Sebastián Piñera busca "analizar todas las soluciones que le entreguen (a Bolivia) el mejor acceso al mar, pero siempre velando por los intereses de Chile, y ese interés nunca estará en dividir al país en dos", recalcó el canciller.
Una de esas propuestas consistía en conceder a Bolivia un enclave sin soberanía en el litoral de la región de Tarapacá, en un área comprendida entre la Quebrada de Camarones y la ciudad de Iquique, a 1.790 kilómetros al norte de Santiago.
Se trataba de una cala deshabitada en la que se podría construir un puerto para la salida de minerales de hierro y litio de Bolivia, así como una zona turística.
Según publicó ayer el diario La Tercera, el gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2006-2010) conversó sobre esta propuesta con el Ejecutivo de Evo Morales, en el marco de la agenda bilateral de trece puntos que se puso en marcha en 2006.
Uno de los puntos de esa agenda es abrir una salida al mar para Bolivia, que este país perdió en una guerra librada contra Chile a fines del siglo XIX, y en la que este país también se anexionó unos 800 kilómetros en el norte que hasta entonces pertenecían a Perú y a Bolivia. Según La Tercera, el Gobierno boliviano llegó a enviar en diciembre de 2009 un acta a Chile con el contenido de esa propuesta, pero Bachelet optó por no firmarla dado que Chile se encontraba ya inmerso en el proceso electoral que culminó con el triunfo del conservador Sebastián Piñera.
Al llegar a la Presidencia, Piñera frenó esta propuesta y prefirió apostar por dar a Bolivia un corredor sin soberanía al norte del río Lluta, una franja de siete kilómetros entre la frontera con Perú y la ciudad chilena de Arica, a 2.070 kilómetros al norte de Santiago.
Esta alternativa no rompe la continuidad del territorio chileno, pero requiere de la aprobación de Perú, ya que según el Tratado de 1929, ese país debe ser consultado en caso de que Chile decida ceder a un tercer Estado territorios que antes fueron peruanos, como es el caso de Arica. En cualquier caso, "hoy día la soberanía no está sobre la mesa", precisó ayer el canciller chileno. "El presidente ha sido muy claro en esta materia: lo que nosotros estamos buscando es colaborar con Bolivia en un tema que tiene muchísimos años en tratar de mejorar su acceso al mar", agregó Alfredo Moreno.
Por otra parte, el ministro se mostró optimista y aseguró que a su país le va "a ir bien" ante la demanda que Perú presentó en 2008 en la Corte Internacional de Justicia de La Haya para modificar a su favor el límite marítimo con Chile.
"No vamos a escatimar ningún recurso en defender los intereses de Chile frente a la Corte, porque Chile tiene razón, porque durante 60 años así lo han entendido no sólo Chile sino que también Perú y Ecuador", señaló.
Lima alega que el límite marítimo no está fijado, mientras que Chile defiende la vigencia de dos tratados firmados en 1952 y 1954 junto a Ecuador y Perú, país que considera que esos documentos son sólo acuerdos pesqueros.
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