El ministro chileno de Justicia, Felipe Bulnes, admitió hoy que debido al hacinamiento existente en las cárceles del país los presos están en una "situación infrahumana".El hacinamiento carcelario ha sido señalado como una de las causas de que 81 reclusos murieran el pasado 8 de diciembre durante un incendio que afectó a parte de la cárcel santiaguina de San Miguel, con capacidad para un millar de internos, pero que alberga actualmente a unos 1.900, según las autoridades. La situación se repite prácticamente en todas las cárceles de Chile, que tiene una población penal de unas 54.000 personas en una infraestructura con capacidad para unas 34.000. "Claro que necesitamos más cárceles, porque permite segregar y rehabilitar. Con estas tasas de hacinamiento hay una condición infrahumana, hay compromiso de la dignidad", dijo el ministro Bulnes al canal privado Chilevisión.
Bulnes defendió la política contra la delincuencia del gobierno que preside Sebastián Piñera, quien prometió durante su campaña "poner candado a la puerta giratoria", que a su juicio existía en el sistema judicial y permite a los delincuentes recuperar rápidamente la libertad cuando son detenidos para continuar delinquiendo. Bulnes, en la entrevista, dijo que existen dos formas de "atrancar la puerta giratoria": la primera es evitar el delito antes que se cometa y la segunda es la rehabilitación de los delincuentes.
También admitió que "hay que levantar" a Gendarmería (Servicio de Prisiones) y limpiarla de malos elementos, en relación con acusaciones de familiares de presos de que hay guardias que cobran por ingresar a las cárceles drogas, teléfonos celulares y otros elementos prohibidos. Bulnes subrayó además que el hacinamiento carcelario es un problema de muchos años y, aunque indicó que no quería polemizar con nadie, reiteró sus críticas al ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006).
"Yo no he buscado polemizar con Lagos, el hacinamiento se arrastra por décadas, es un tema incómodo que no gusta hablar. No busco apuntar con el dedo a nadie", señaló.
Pero recordó que durante el Gobierno de Lagos se prometió la construcción de diez cárceles y sólo se entregaron tres. En tanto, el Servicio Médico Legal (SML) informó hoy de que ha logrado identificar los cadáveres de 67 de los 81 reos fallecidos en el incendio de cárcel San Miguel, una veintena de ellos a través de pruebas de ADN.
La situación en las cárceles de Chile sigue en una calma tensa, tras algunos conatos ocurridos el fin de semana en la misma cárcel de la tragedia, donde hubo amagos de motín debido a la decisión de las autoridades de trasladar a otros penales a los presos considerados más peligrosos. También hubo tensión durante algunos funerales de presos muertos en los que, conforme a una tradición del hampa local, el cortejo pasa frente a la cárcel, el féretro es sacado de la carroza y mostrado hacia el exterior, todo ello acompañado de gritos, apedreamientos y disparos al aire.
En tanto, el alcaide de la cárcel de la norteña ciudad de Calama, Jaime Pincheira, desmintió que sean 500 los reclusos que el domingo iniciaron una huelga de hambre en solidaridad con las familias de los fallecidos en San Miguel.
Pincheira aseguró a periodistas locales que los presos en ayuno son sólo 200, equivalentes al 40 por ciento de la población penal y aseguró que incluso algunos "se bajaron" del movimiento en las primeras horas de este lunes.
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