La playa de
Cable Beach, situada en la turística ciudad de Broome, al norte de Perth, en el noroeste australiano,
es famosa en todo el mundo por sus 22 kilómetros de arena blanca bañada por el
sol, aguas de color turquesa, una fértil tierra rojiza y sus espectaculares
puestas de sol sobre el océano Índico.
Sin embargo,
desde hace unos meses está presente en los medios de comunicación por motivos
muy diferentes. El pasado sábado 22 de febrero, Cable Beach tuvo que ser
cerrada después de que se avistara un cocodrilo macho de cuatro metros en el
agua.
El animal no
mostró signos de agresividad, aunque quienes lo pudieron ver señalaron que
parecía estar buscando presas en la playa. “Su cabeza era enorme”, ha señalado
Sharon Scoble, vecina de Broome, al diario Perth Now.
El domingo
por la mañana, el cocodrilo ya no estaba por la zona, sin embargo, el oficial
de operaciones de Parques y Vida Silvestre, Dave Woods, señaló que cree que es
el mismo cocodrilo que fue visto por esas aguas el pasado mes de diciembre y
que se llevó a un niño de 12 años que estaba nadando con sus amigos en el
Parque Nacional de Kakadu.
Algunos
testigos indicaron entonces que vieron cómo el reptil se acercaba a un grupo de
jóvenes y mordía a un adolescente de 15 años en el brazo, al que soltó cuando
el joven intentaba escaparl. Sin embargo, agarró al pequeño de 12 años y
desapareció con él entre las aguas.
Ahora se está
buscando al animal con el propósito de trasladarlo al parque de cocodrilos
Malcolm Douglas, situado a 16 kilómetros al este de Broome. Contexto
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