En la ciudad de Cleveland, en el estado estadounidense de Ohio, un niño de 8 años que sufre de sobrepeso, fue alejado de su familia. La decisión, fue tomada por los trabajadores sociales, que opinan que la madre del niño no hacía nada para combatir la obesidad de su hijo.
El menor, que ya lleva una semana en el centro social de su ciudad, pesa unos 80 kilos. Según los especialistas de los servicios sociales, la obesidad podría causar el desarrollo de diabetes y enfermedades hipertensivas, en un futuro próximo.
Se informa de que antes de obtener una orden judicial para separar al niño de la familia, los trabajadores sociales observaron y analizaron las acciones de su madre durante un año, y varias veces se manifestaron con observaciones críticas, señalando que la madre ignoraba los consejos de los médicos que podrían ayudar a reducir el peso del niño.
Los trabajadores sociales también llegaron a la conclusión, de que la causa de la enfermedad no es hereditaria (Aunque los padres del chico también sufren obesidad), sino la influencia del entorno. Uno de los argumentos de esta conclusión, en particular, fue su hermano mayor, de 16 años, que es delgado.
De hecho, es el primer caso en ese estado norteamericano en el que separan a un niño de su familia por problemas de sobrepeso. Los abogados de la madre del niño, a su vez, señalaron que los trabajadores de los servicios sociales se extralimitaron en sus competencias.
Según los datos del Centro Estadounidense para el Control y Prevención de Enfermedades, alrededor del 17% de los niños y adolescentes del país menores de 19 años tiene sobrepeso. La proporción de adultos obesos en EE. UU. llega hasta el 33%.
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