Una monja chilena, acusada de abusos contra novicias de su orden y alumnas de un colegio que dirigía, negó las imputaciones y aseguró que sólo tuvo "gestos de cariño" hacia sus supuestas víctimas.
"Sor Paula", que dirigió durante más de dos décadas el colegio de las Monjas Ursulinas en Chile, y también el monasterio de esa orden, desestimó en declaraciones a la revista "Sábado" del diario El Mercurio, las acusaciones en su contra.
"Nunca he abusado de nadie", subrayó la religiosa, de nombre civil Isabel Lagos Droguett, que por designación de su orden vive, actualmente en un convento de las Ursulinas en Alemania.
Aunque las acusaciones en su contra se conocen desde hace más de dos años, "Sor Paula" no ha sido procesada, y esta semana un tribunal determinó traspasar el caso al antiguo sistema procesal penal chileno, debido a la antigüedad de los casos denunciados.
"He tenido gestos de cariño, sin duda, pero ninguno que yo pudiera interpretar en este sentido ni que tuviere algún contenido de ese tipo (sexual)", aseguró la monja en la entrevista.
"He sido siempre demasiado confiada, y no supe salir a defenderme oportunamente", añadió, además de sostener que se enteró de las denuncias "por la prensa" el pasado marzo.
Agregó que cuando le enviaron a Alemania, "me pidieron que lo tomara como un año sabático y así lo he hecho", ya que en Chile había acumulado "muchas" responsabilidades, "tanto en el colegio como en el monasterio".
En la audiencia de esta semana, la defensa de la monja sostuvo que "los besos entre adultos no son abusos", en alusión a una de las denuncias en su contra, presentada en octubre de 2009 ante el arzobispado de Santiago por Macarena Vicuña Vergara, una exnovicia de las Ursulinas.
"La superiora abusó de mí, me hizo tocaciones, despertó mi cuerpo, me inició en campos desconocidos, me hizo llevar una doble vida entre 1988 hasta 1991 ó 1992", dice en parte el documento de la exnovicia, actualmente una profesora de 46 años.
En la entrevista, "sor Paula" dice que es normal que en los conventos monjas y novicias duerman en las mismas piezas, "como en cualquier familia", pero aseguró que nunca ha dormido "con nadie" en la misma cama, como sostiene Vicuña en su denuncia.
"Transformar eso en una cuestión de contenido sexual me parece una maldad", sostuvo.
Tras la investigación eclesiástica, "sor Paula" renunció a sus cargos en febrero de este año y fue enviada a Alemania.
Según el sacerdote Gerardop Bellew, que condujo la investigación, en Alemania la monja "tiene que pasar una vida de penitencia y oración. Llegar por medio de la oración al reconocimiento del mal que haya hecho y pedir perdón".
Según el religioso, las denuncias contra "sor Paula" no se limitan solamente a abusos sexuales: "era abuso de poder, manipulación de las personas".
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