Es una falla geológica que nace a 10 kilómetros de Tucumán, y que colapsó por una tormenta de 110 mm., provocó asentamientos de casas.
Los 110 milímetros de lluvia, que se descargó en menos de 20 minutos durante la madrugada de ayer sobre el pueblo de Rapelli, departamento Pellegrini, en la provincia argentina de Santiago del Estero, provocaron una situación insólita que dejó una decena de viviendas en peligro.
Una profunda grieta atravesó gran parte del pueblo, dejando a no menos de ocho casas con las paredes literalmente partidas, poniendo en peligro a sus moradores.
Así lo afirmó Rodolfo Mercado, comisionado municipal del pueblo ubicado a 40 kilómetros de Nueva Esperanza y a tan solo 3 del límite con Tucumán.
“Es una vieja grieta natural que nace cerca del pueblo de 7 de Abril, en territorio tucumano, y que recorre unos 10 kilómetros, pasando por la parte este de Rapelli. Siempre estuvo, pero en algunos tramos era apenas una fisura en el suelo, pero con la lluvia torrencial de la madrugada se abrió la tierra y pasó por debajo de las casas, que son de material y están bien construidas, pero ahora quedaron afectadas y la gente tiene preocupación”, relató el jefe comunal.
A esto se suman algunas familias cuyos hogares quedaron inundados en cuestión de minutos, aunque no hubo evacuaciones.
Anoticiadas de esta situación, las autoridades de Defensa Civil de la provincia enviaron comestibles, frazadas, colchones y otros materiales.
“Nuestro trabajo va a consistir en ayudar a las personas que tienen problemas más urgentes, para después hacer un relevamiento sobre la situación de cada familia. A partir de entonces se determinará qué medidas se van a adoptar”, explicó el titular de la fuerza, Mario Guzmán.
“En algunas casas, las paredes quedaron partidas y se puede ver de un lado a otro. El agua, por lo que hemos visto, fue socavando el suelo y abriendo la grieta que nunca pensamos que podía pasar por debajo de las casas. Sin embargo, rompió los pisos, las paredes y las hizo ceder”, insistió Mercado.
En Rapelli viven cerca de 3.500 personas, en un radio de unos 3 kilómetros cuadrados que está separado por el ramal del ex ferrocarril Belgrano.
El lado este fue el más afectado por la grieta, pero de la otra parte de la comunidad hasta ayer muchos vecinos padecían por la falta de energía eléctrica, mientras que otros fueron afectados por una suba de tensión que quemó electrodomésticos en muchos hogares, según afirmó el comisionado.
Mercado aclaró que el lado que nunca dejó de tener electricidad está en el lado este, cuyo servicio es prestado por Edese, a diferencia del otro sector, donde la prestadora es la empresa tucumana Edet, cuyos operarios realizaron ayer trabajos para restablecer el suministro, aunque hasta el cierre de esta edición seguían con problemas.
“Este corte del lado oeste, donde opera la empresa Edet, también afectó a todo el pueblo, porque de ese lado está el pozo de agua que sin energía no funciona y hasta que eso no se solucione vamos a estar sin agua en las casas”, explicó.
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