En una sesión
que duró más de 13 horas, los diputados uruguayos aprobaron cerca de la
medianoche, por 50 votos a favor y 49 en contra, el proyecto de despenalización
del aborto hasta las 12 semanas de gestación del feto. Ahora resta que la
mayoría oficialista en el Senado ratifique el proyecto para que la iniciativa sea
convertida en ley.
La propuesta
original, que había aprobado el Senado en diciembre pasado, establecía la
“legalización” del aborto dentro de las primeras doce semanas de gestación y
catorce en casos de violación, y dejaba la decisión en manos de las mujeres sin
ningún tipo de intermediarios.
El proyecto
aprobado cerca de la medianoche, cambió la “legalización” por la
“despenalización” tras el apoyo del diputado Iván Posada, del Partido
Independiente, luego de que el legislador frenteamplista Andrés Lima rechazara
a la iniciativa y pusiera en jaque la mayoría de la bancada oficialista, que
tiene 50 diputados sobre 99.
Además, como
parte de la negociación entre el bloque del FA y Posada, establece una
instancia que obliga a las mujeres a comparecer ante una comisión integrada por
médicos y asistentes sociales quienes le explicarán los alcances de su
decisión. Transcurridos cinco días de “reflexión”, entonces sí la mujer tendrá
la última palabra.
En esa línea,
el artículo 2 del proyecto aprobado anoche dice: “La interrupción del embarazo
no será penalizada, y en consecuencia no serán aplicables los artículos 325 y
325 bis del Código Penal, para el caso que la mujer cumpla voluntariamente con
los requisitos que se establecen en los artículos siguientes y se realice antes
de las 12 semanas de gravidez.”
Al comenzar
la sesión, de hecho, Posada afirmó que el proyecto a consideración da
soluciones "más concretas" y "más humana" al problema.
"Este proyecto opta por el camino del medio, por la senda del menor
mal", agregó en referencia a la norma que, de aprobarse, creará un equipo
de tres profesionales (ginecólogo, psicólogo y sociólogo), que apoyarán a la
mujer en un espacio de cinco días para decidir un aborto.
La propuesta
de ley establece que los profesionales de la salud que tengan objeción de
conciencia deberán manifestarla en la institución en la que trabajan y dicha
objeción será aplicable en todas las instituciones de salud donde se
desempeñen. A las instituciones que por su “ideario” sean contrarias al aborto,
como el Círculo Católico y el Hospital Evangélico, tampoco se las obligará a
realizar los procedimientos pero deberán derivar a la mujer a otra institución
para que la interrupción sea realizada.
En una sesión
que había comenzado apenas pasadas las 10 de la mañana, no faltaron las
acusaciones cruzadas, gritos desde la tribuna y diputados que daban lugar a sus
suplentes para no desacatar a disciplina partidaria de los bloques oficialista
y colorado.
Durante buena
parte de la tarde, decenas de mujeres que en los alrededores del Palacio
Legislativo se manifestaron a favor de la despenalización sin ropa y con sus
cuerpos pintados de naranja mientras grupos antiabortistas se congregaban
también en las inmediaciones de la casa de las leyes.
Dentro del
recinto, las posturas fueron variadas. El legislador del partido Colorado
Fernando Amado marcó uno de los momentos cruciales de la sesión cuando
argumentó a favor del proyecto y luego explicó que no podrá votarlo por la
disciplina partidaria impuesta por su sector, Vamos Uruguay."Vengo con un
sentimiento de profundo dolor como ciudadano uruguayo y como miembro del
Partido Colorado", comenzó diciendo Amado, que argumentó a favor del
proyecto en Diputados pero salió de sala para que entre un suplente, el
diputado Álvaro Fernández.
Otro de los
puntos esperados del debate era la argumentación del diputado del Partido
Independiente Daniel Radío, que manifestó su posición contraria al proyecto del
otro legislador de su partido, Iván Posada. Según Radío, el proyecto de ley de
Posada "constituye un retroceso en términos civilizatorios",
afirmando que el nombre de "Interrupción Voluntaria del Embarazo es un
eufemismo de la cesación provocada de la vida". En ese sentido, sostuvo
que la iniciativa es "otro gesto de desprecio por la otredad".
Por tratarse
de un proyecto diferente al tratado en diciembre en el Senado, el proyecto
deberá retornar a la Cámara Alta en caso de ser aprobado este martes. Se
descuenta que allí nuevamente será aprobado y entonces sí convertido en ley.
Desde el
comienzo de la sesión se escucharon tres informes. Uno en mayoría a cargo de
Posada y con el respaldo del FA expresando que el proyecto “apunta a preservar
todos los derechos y valores en juego: el derecho de nacer del concebido, los
derechos de la mujer y los derechos de la sociedad de construir una convivencia
más digna para todos los ciudadanos”.
En su
intervención Posada defendió el proyecto y lo indicó como “idóneo para
disminuir la cantidad de abortos que se practican en el país”. “Este proyecto
opta por el camino del medio, por la senda del menor mal”.
El opositor
Partido Nacional, a través de su diputado Javier García, expuso su posición “a
favor de la vida” y en la “defensa de los derechos humanos” que “debe ser
siempre irrestricta”.
El legislador
del Partido Colorado Fitzgerald Cantero por su parte indicó que en el proyecto
“se pone el acento en uno solo de los seres que son parte del proceso de
construcción de la vida humana pues se ignora el embrión que no cuenta;
solamente importa la mujer embarazada”. En ese sentido, agregó que con este
proyecto “la madre podrá hacer, de acuerdo a su estado de ánimo, lo que quiera
con el embarazo”.
El diputado
frenteamplista, Álvaro Vega, del mujiquista Movimiento de Participación popular
(MPP) aportó a la discusión datos que provienen de la Organización Mundial de
la Salud a través de los cuales se expone que “el 99% de las muertes maternas
se dan en países en vías de desarrollo”. “El 80% de los casos derivan de las
hemorragias, de las infecciones, de la hipertensión en el parto y de los
abortos en situaciones de riesgo. Impiden la atención de estas madres que se
mueren, la pobreza, la distancia, la falta de información, la inexistencia de
servicios adecuados y las prácticas culturales”, agregó.
El diputado
del Frente Amplio Julio Battistoni, dijo que junto a sus amigos vendía
pertenencias para financiar la operación clandestina de sus abortos. "Yo
ayude a realizar a algún aborto a compañeras de estudio", dijo el
legislador. Mdzol
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