Un cementerio
de Torreón, en el norte de México, se convirtió en un campo de batalla el lunes
cuando un grupo de hombres armados atacó a las personas que enterraban a un
joven asesinado el sábado, dejando nueve muertos -entre ellos una niña- y 21
heridos, informó este martes una fuente oficial.
Hay “nueve
fallecidos y 21 lesionados” dijo a la AFP un portavoz de la fiscalía del estado
de Coahuila, donde está Torreón, una ciudad de unos 600.000 habitantes.
El lunes, un
balance preliminar reportó ocho muertos, entre ellos una niña de seis años, y
24 heridos.
El terror se
apoderó de los asistentes al sepelio en un panteón privado llamado Jardines del
Tiempo, por el tiroteo desencadenado cuando hombres armados que llegaron en
tres camionetas abrieron fuego desde las afueras del cementerio y amigos del
difunto respondieron al ataque disparando.
Uno de los
muertos es miembro de una banda de música norteña que había sido contratado
para tocar en la despedida del difunto.
El
funcionario de la fiscalía, que pidió mantener el anonimato por razones de
seguridad, añadió que entre los heridos hay cuatro menores de entre tres y 14
años, que fueron remitidos a un hospital local.
Un
contingente de militares llegó rápidamente al lugar desde un cuartel vecino al
panteón, pero los pistoleros lograron darse a la fuga.
Según reportes
coincidentes de la prensa local, cinco armas utilizadas por asistentes al
sepelio fueron localizadas escondidas en tumbas aledañas.
El difunto al
que se estaba dando sepultura era Ricardo Valdez, alias “El Bebé”, de 27 años,
asesinado el sábado pasado dentro de un automóvil de lujo, donde sus enemigos
dejaron un mensaje del narcotráfico.
El panteón
privado donde se efectuó el sepelio se ubica en una carretera que une a Torreón
con Saltillo, capital de Coahuila, un estado que ha sido escenario de recientes
enfrentamientos entre grupos del narcotráfico y en donde tiene una fuerte
presencia el cártel Los Zetas.
El
enfrentamiento se dio en medio de un fuerte despliegue militar y policial en
Coahuila, donde las autoridades buscan a 131 delincuentes que escaparon la
semana pasada de la cárcel de la ciudad de Piedras Negras, en la frontera con
Texas (sur de Estados Unidos) y que según ellas fue organizada por el cártel
Los Zetas.
No es la
primera vez que se dan ajustes de cuentas en medio de velorios y entierros en
México, que está inmerso en una ola de violencia que deja más de 60.000 muertos
desde diciembre de 2006, cuando el gobierno desplegó a las fuerzas militares en
la lucha contra el narcotráfico.
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