Luis Báez,
director de la estatal oficina de Meteorología, aclaró que "el evento fue
sólo una tormenta y no un tornado. Tampoco fue un huracán porque éste ocurre
sobre el mar y el tornado generalmente tiene una circunferencia de unos 30
kilómetros y afecta a una determinada superficie de tierra''.
Báez afirmó
que ``la velocidad del viento de esta madrugada, castigando principalmente al
poblado Mariano Roque Alonso, al norte de la capital, pudo haber alcanzado, en
un torbellino específico, más de 100 kilómetros por hora''.
Heriberto
Mármol, alcalde municipal de Mariano Roque Alonso comentó, tras observar los
destrozos que "prácticamente, una zona grande de la ciudad debe ser
reconstruida''.
El ministro
del Interior, Carmelo Caballero, reportó a través de diferentes radioemisoras
de Asunción que el fenómeno natural afectó a zonas de Asunción y los
departamentos Central, Alto Paraná, Itapúa y Ñeembucú.
"La
oficina de Emergencia Nacional comenzó su asistencia a los damnificados,
principalmente para donar materiales para la reconstrucción de las viviendas
destruidas por los fuertes vientos'', indicó.
Los
fallecidos se registraron a unos 15 kilómetros al norte de la capital: 4
soldados del cuartel militar Comando Logístico, murieron al desplomarse el techo
del dormitorio y una quinta víctima, una mujer, fue aplastada en la vía pública, por la caída de un cartel publicitario.
La dirección
de Meteorología, informó que la tormenta tuvo una duración de aproximadamente
treinta minutos.
En tanto, la
zona ribereña de Buenos Aires y sus alrededores se recuperaba el miércoles de
un fenómeno climático distinto al que afectó a Paraguay, conocido como
sudestada, consistente en el aumento del nivel de las aguas del Río de la Plata
debido al fuerte viento procedente del sudeste.
El
coordinador del Comité de Emergencia del gobierno de la provincia de Buenos
Aires, Luciano Timerman, afirmó a radio Continental que el martes se
registraron 26 evacuados en la zona ribereña inundada a causa de la sudestada,
que engloba a los municipios al norte y sur de la capital, aunque la situación
se normalizó.
"Han
funcionado todos los preparativos... Seguimos monitoreando y trabajando con los
municipios'', dijo Timerman.
Pese a que en
la noche del martes cesó el alerta por sudestada, el Servicio Meteorológico
Nacional emitió el miércoles una advertencia por vientos intensos del sector
sur que se extiende a la capital argentina, el este de Buenos Aires, sur de la
provincia de Entre Ríos y Río de La Plata.
De acuerdo
con el aviso, ``la profundización de un sistema de baja presión afecta el área
de cobertura generando vientos del sector sur con intensidades entre 30 y 60
kilómetros por hora y ráfagas''.
En Uruguay,
Montevideo y varios departamentos del país son afectados desde el martes por un
fuerte temporal. La Dirección Nacional de Meteorología elevó a rojo el alerta
para la capital uruguaya, Canelones, Maldonado y Rocha. A su vez, Río Negro,
Soriano, Colonia, San José, Florida, Lavalleja y Treinta y Tres están bajo
alerta naranja.
El viento
rompió las ventanas de varios edificios en Montevideo, mientras que un centenar
de árboles cayeron y hay tres rutas en el país cortadas por el desborde de ríos
o arroyos. AFP / AP
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