Una pareja de Florida se enfrenta a una pena de 35 años de cárcel por la muerte de su hija, de dos años de edad, asfixiada por la serpiente pitón que tenían en casa. Ambos están acusados de asesinato en tercer grado. El fiscal del caso asegura que la pequeña murió por una negligencia criminal.
Jaren Hare, de 21 años, y su novio, Charles Darnell, de 34 años, están siendo juzgados en Florida dos años después de que encontraran a la hija de ambos, Hare Shaianna, muerta en su cuna, según informa el diario Daily Mail. Al parecer la pequeña tenía enrollada en su cuello la pitón birmana que tenían como animal doméstico y sus colmillos clavados en al frente.
Los investigadores del caso aseguran que la serpiente, de casi 3 metros de largo, no había sido alimentada durante más de un mes y no estaba protegida por ninguna medida de seguridad.
Según el citado diario, los fiscales del caso aseguran que no se trata de un macabro accidente, si no de un criminal negligencia de la pareja. La serpiente causó la muerte de la pequeña, pero Darnell y Hare eran los responsables de velar por la seguridad del niño y mostraron un "desprecio temerario", afirman.
Al parecer era habitual que la serpiente se escapara de su terrario, pero la noche de la tragedia no lograron pararla a tiempo. El padre de la pequeña asegura que cuando encontró al reptil enrollada al cuerpo de su hija la apuñaló varias veces para rescatar a Shaianna, pero era demasiado tarde.
"El bebé está muerto. Nuestra serpiente estúpida salió en medio de la noche y estranguló al bebé", le contó sollozando a un miembro de las emergencias que fueron a lugar de los hechos. La autopsia reveló que la niña había muerto asfixiada por la pitón.
Un examen post mortem reveló que la niña murió de asfixia por la pitón no venenosa, que mata a su presa, apretando alrededor de sí mismo hasta que ya no puede respirar.
La familia de la pareja se había ofrecido en varias ocasiones a comprar un terrario más seguro para la serpiente y cuidar de ella, porque Darnell y Hare no tenían dinero para darle de comer. Su abogado, Rhiannon Arnold, defiende que la muerte de Shaianna fue "un terrible accidente".
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