Los expertos creen que el tráfico masivo de armas y drogas entre México y EE. UU. no sería tan intenso si no participasen de él las autoridades de ambos países. Esta opinión fue confirmada una vez más este jueves, cuando Eddie Espinoza, un ex alcalde de la ciudad de Columbus, del estado de Nuevo México, reconoció que había usado su cargo para contrabandear armas al país vecino.
Además, los fiscales le imputan el delito de conspiración y tres casos de falso testimonio sobre el asunto. Sumadas todas las acusaciones, a Espinoza le podrían caer hasta 50 años de prisión. El ex alcalde fue detenido en marzo, junto al ex jefe de la policía de la ciudad de Columbus, Angelo Vega y 11 otras personas supuestamente involucradas en la actividad criminal.
El ministerio público estima que todos participaron en el tráfico de unas 200 armas, incluso fusiles de asalto, a México, donde unas 40.000 personas fueron asesinadas por el crimen organizado desde el año 2006.
Es interesante que Espinoza no renunciara de su cargo hasta el mes de mayo, y por si no fuera poco, insistió en que le pagaran el sueldo de esos dos meses que pasó bajo custodia, durante la cual siguió ostentando el cargo de alcalde.
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