Dos marines
estadounidenses han muerto, y al menos otros cinco han resultado heridos, en un
ataque talibán contra el campamento Bastion, en el que se encuentra destinado
el Príncipe Harry.
Se trata de
la principal base militar de la coalición internacional, en la provincia afgana
(ISAF) de Helmand, al sur del país.
Según el
sargento Bob Barko Jr., el hijo menor del príncipe Carlos de Inglaterra, ha
salido ileso y se encuentra fuera de peligro.
El ataque se
ha producido hacia la medianoche afgana, y responde a la amenaza realizada el
pasado lunes por talibanes afganos, que han asegurado estar determinados a
acabar con la vida del príncipe británico.
Harry de
Inglaterra, regresó hace sólo unos días al país, para una misión de cuatro
meses como piloto de helicóptero de las Fuerzas Aéreas británicas, según
informó el Ministerio de Defensa en Londres.
"No
queremos secuestrarlo, sino matarlo", declaró Zabihullah Mujahid, un
portavoz de los insurgentes, en una entrevista con la agencia France Presse.
Mujahid aseguró tener un "plan muy importante" para cumplir su
cometido.
No es la
primera vez que el nieto de Isabel II, cumple con su misión militar en el país.
Anteriormente ya había estado en el Hindukush en 2008, pero en aquel entonces
la misión era secreta, aunque acabó aireada por los medios británicos. Por eso,
Defensa lo envió de vuelta a Reino Unido tras apenas diez días, por temor a que
su presencia pudiera poner en riesgo su seguridad y la de su unidad.
Esta vez, el
Ejército británico ha decidido anunciar desde el principio el viaje a
Afganistán del número tres en la línea de sucesión al trono. El escuadrón de
Harry servirá de apoyo, mediante helicópteros, a la Fuerza Internacional de
Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF). AFP
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