"Hace
falta una gran coraje para entrar a robar a la casa de alguien",
sorprendió el juez Peter Bowers al momento de leer la sentencia en contra del
ladrón Richard Rochford. "Yo no habría tenido el valor... Usted, sin
embargo, impulsado por las drogas y por la desesperación, fue capaz de
hacerlo".
Rochford
estaba acusado de desvalijar tres casas, y se enfrentaba a una pena de dos años
y medio de prisión, pero el juez tomó en cuenta su "valentía", y
cambió la sentencia por 200 horas de trabajo comunitario y una orden para
rehabilitación de su adicción a las drogas.
"Pienso
que la prisión pocas veces hace bien a alguien. Y no creo que nadie se
beneficiaría si lo mando a prisión hoy. Sólo serviría para que nos sintiéramos
un poco mejor con un ladrón menos en las calles", aseguró Bowers.
Desde el
momento en que se conocieron las declaraciones, se desató una tormenta política
y social, donde incluso hasta el primer ministro, David Cameron, tuvo que dar
explicaciones en los medios de prensa.
"Dos
veces desvalijaron mi casa, y te sentís competamente violado cuando ello
ocurre", aseguró Cameron, para continuar: "El robo es un crimen
despreciable y odioso", además de aclarar que la Oficina de Quejas
Judiciales intervendría en el caso.
Marck
Clayton, una de las víctimas y veterano de guerra en Afganistán, criticó
duramente las declaraciones del juez, al asegurar: "Valentía es recoger
cadáveres en una guerra y no asaltar una casa en plena noche".
Bowers, de 67
años, es padre de tres hijos y magistrado desde hace 20, y en mayo pasado ya
había sido duramente criticado, tras dejar en libertad a un hombre con más de
80 delitos en su haber, que había cometido el último a los cuatro días de su
libertad condicional.
"Estoy
seguro de que usted se podrá comportar mejor", le había asegurado el juez
al ladrón en ese momento. Crónica
No hay comentarios.:
Publicar un comentario