Benedicto XVI,
visitó por primera vez en su pontificado el Líbano. A su estadía de tres días
se le adjudicó, según medios locales, que la imagen de la Virgen ubicada en la
ciudad de Biblos, llore sangre y aceite.
El sacerdote
de la iglesia, el padre Charbel Beirut, dijo a la radio "La Voz del
Líbano" que, él mismo pude ver a la estatua segregar aceite y sangre, pero
que aún así espera que las autoridades eclesiásticas manden un comité para
averiguar si se trata de un milagro. Según precisó el medio antes citado, la
imagen desprendía ambas sustancias por el ojo derecho, la boca y el cuello.
Ante la gran
conmoción que causó el hecho, obispos han negado lo supuestamente sucedido.
Según el comunicado de las autoridades eclesiásticas, no se ha encontrado
restos de sangre o de aceite en la estatua que se encuentra en el santuario de
Nuestra Señora de los Mares en Biblos.
Vale aclarar
que Biblos es considerada la ciudad más antigua del mundo y fue la que le dio
nombre a la Biblia.
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