Un homosexual
que quería dejar de serlo, acudió a un médico australiano, seguidor de una
secta, quien le prometió ayudarlo. Le recetó un poderoso medicamento que casi
lo deja estéril. El galeno perdió su silencio.
Un médico
australiano, miembro de una secta religiosa, perdió su licencia después de
prescribir en 2008 un tratamiento de castración química a un joven que buscaba
“curarse” de la homosexualidad, informaron medios locales.
Mark
Christopher James Craddock, seguidor de la exclusiva secta Brethren Christian,
recetó a su paciente ciproterona acetato durante una consulta que duró unos
diez minutos, publicó el diario “Sydney Morning Herald”.
La
ciproterona acetato, que tiene propiedades antiandrogénicas y reduce la libido,
es utilizada en tratamientos contra el cáncer de próstata y desórdenes severos
en los varones, así como en pacientes con desviaciones sexuales.
En una misiva
a las autoridades sanitarias, el paciente, quien también era miembro de la
secta, relató que uno de los líderes de Brethren Christian le recomendó acudir
a Craddock para que le diera medicamentos para tratarlo, agregó la fuente.
Craddock
admitió en una vista ante las autoridades médicas celebrada en junio pasado que
él no manejó el historial médico ni sometió a su paciente, cuya identidad no
fue revelada, a un examen físico, así como tampoco le habló de los efectos
secundarios, como la impotencia, ni lo citó a otra consulta médica o lo remitió
a un psicólogo.
El mes
pasado, el comité médico determinó que Craddock, de 75 años, es culpable de
conducta profesional no satisfactoria y le prohibió practicar la medicina. EFE
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