La colectividad
judía se apresta hoy, a festejar desde el anochecer y hasta el martes próximo,
el Rosh Hashaná o Año Nuevo Judío 5773, con sus tradicionales servicios
religiosos y comidas familiares.
La
celebración, que se iniciará con la salida de la primera estrella, recuerda la
aparición del primer hombre, Adán, en el sexto día de la Creación, según el
relato de la Biblia, y señala el comienzo de un período de diez días de
reflexión hasta el Yom Kipur o Día del Perdón.
Por este
motivo, serán feriados para los practicantes de la religión judía el lunes 17,
el martes 18 y el 25 de septiembre. La religión judía enseña que sus devotos
deben responder ante Dios, ante sí y ante los otros, por lo malo que hayan
hecho o lo bueno que omitieran hacer.
Las ofensas a
Dios son perdonadas por Dios y las hechas contra sí mismo o el resto de los
mortales, por la propia conciencia; pero recibir el perdón de los semejantes,
dependerá de la voluntad de cada ofendido.
De tal forma,
el balance no se hace en la vejez, al finalizar la vida, sino cada año nuevo, y
esto tiene el sentido de querer avanzar, un poco cada vez, en el camino de la
rectitud. Rosh Hashaná plantea así, mediante el juicio anual, un camino hacia
la virtud.
Entre el Rosh
Hashaná (en hebreo, cabeza de año) y el Día del Perdón transcurren diez días de
arrepentimiento que conducen a una pacificación espiritual.
Los judíos
celebran su Rosh Hashaná, con la casa limpia de toda miga y una mesa muy bien
servida, sobre mantel nuevo, en la que se destacan los dulces, para que así sea
también el sabor del año que se inicia.
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