La Base
Dulce, que se ubicaría en la frontera de los estados de Nevada y Nuevo México,
y se hallaría debajo de la Tierra.
Allí se
efectuarían todo tipo de experimentos genéticos, que son realizados no sólo por
científicos locales, sino también por extraterrestres.
Thomas Castello,
fue un agente de seguridad de la Base Dulce. La historia tiene como fuentes
varios sitios “conspiranoicos” y ufológicos, en los que se puede creer o no,
por lo descabelladas que resultan algunas historias y descripciones, pero que
periódicamente publican historias como la que sigue.
El caso, fue
recogido también por el programa Cazadores de Ovnis de History Channel (VER VIDEO ABAJO).
Castello, fue
un fotógrafo militar con una licencia ultra secreta. Tras trabajar en varios
sitios como técnico de seguridad, se fue ganando la confianza de sus oficiales
hasta que lo destinaron en 1977 a la citada base donde lo hicieron firmar una
cláusula de silencio.
Según los
relatos, Castello tenía por misión revisar las cámaras dispuestas a lo largo de
todo el complejo subterráneo y acompañar al personal de un sector a otro. Bajo
el pretexto que los estaban curando en ese sitio, él habría visto transitar a
hombres, mujeres y niños que supuestamente estaban locos, y le estaba prohibido
interactuar con ellos.
También habría
sido testigo de varios y diversos tipos de experimentos relacionados con:
Campos de energía áuricos, viajes astrales, control mental, reconocimiento de
la memoria del cerebro humano, adquisición y transferencia; manipulación de la
materia, réplicas rápidas del cuerpo humano por medio del uso de transferencia
de energía/materia y otros avances científicos.
Sin embargo,
lo más curioso de todo es que junto a los humanos y según los relatos, veía
transitar a “científicos extraterrestres”. Estos últimos, supuestamente,
realizaban la clonación embriónica humano/alienígena.
Un día fue
abordado por uno de los “locos” en un cuarto donde permanecieron encerrados.
Allí el orate le contó entre murmullos que él no era loco, sino que había sido
sedado, al igual que los otros, y que anteriormente había sido abducido.
Si bien no le
creyó inmediatamente, posteriormente investigó afuera de las instalaciones.
Pronto descubrió que la persona había sido declarada como desaparecida en su
pueblo natal, después de perderse repentinamente y también, que muchas personas
estaban en la lista de desaparecidos sin explicación alguna.
La “Guerra de Dulce”: En 1978, según los relatos de sitios descritos anteriormente, las
tensiones dentro de la base se incrementaron al punto que varios científicos y
técnicos de seguridad empezaron a boicotear los experimentos genéticos. Por su
parte, los extraterrestres insistían en usar a los humanos en sus “estudios”.
El conflicto
que dio origen a la “Guerra de Dulce”, como se le conoce en círculos
ufológicos, no tiene una razón clara. En la batalla participaron fuerzas de
seguridad, personal militar de los Estados Unidos, y supuestos alienígenas.
Según Castello, luego que se disipó el humo, sesenta y ocho humanos habían
muerto.
Por su parte,
Castello planeó su escape. Cansado de todo lo visto, en uno de los fines de
semanas libres, le contó todo lo que sabía a un amigo, Jhon Rhodes y hasta le
dibujó un plano de la base (VER DIBUJO) y además le dibujó algunos
experimentos. Al regresar a su trabajo, hizo como que estaba en sus labores
habituales. En poco tiempo se hizo con el poder de varios videos, fotografías,
tratados firmados, entre otros documentos.
Cuando ya
tenía un plan de escape listo, se enteró que su esposa e hijo, habían sido tomados
a la fuerza y aguardaban en otra base secreta.
Sin más
alternativas, tuvo que abandonar sus planes y entregó todo lo que había
conseguido. Tras este incidente, Thomas Castello abandonó definitivamente la
Base Dulce. Sobre su destino final, nadie lo sabe, simplemente desapareció.
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