La policía del estado de Penang, Malasia, informó que arrestaron a un malviviente que, luego de forzar la entrada a un domicilio particular, se apoderó de varios relojes y joyas. Atraparlo no fue muy complicado gracias a que después de hacerse con su botín el ladrón se recostó en el sofá y se quedó dormido. Los propietarios llegaron a su casa para encontrarse al ratero tomando una siesta junto con los bienes sustraídos, de un valor aproximado a los tres mil dólares. Así que llamaron a la policía.
Si bien el hombre de 42 años se despertó antes de que llegaran, lo hallaron en las cercanías de la vivienda.
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