Las fuerzas de seguridad iraníes concluyeron hoy cinco días de maniobras de defensa antiaérea con un ejercicio destinado a repeler un hipotético ataque contra sus sitios nucleares por oleadas de aviones no pilotados.
Durante esta última jornada, se volvieron a probar, además, las baterías antiaéreas de fabricación rusa S-200 que Irán dice haber adaptado para que funcionen como las S-300 que compró en 2005 y que Moscú se ha negado a entregar debido a las sanciones impuestas a Teherán por las sospechas que levanta su programa nuclear.
"Hemos desarrollado el sistema mejorando las S-200 y lo hemos probado con éxito utilizando todo el potencial y la experiencia de la Guardia Revolucionaria, el Ejército y el Ministerio de Defensa", explicó hoy a la televisión estatal el general de la Fuerza Aérea iraní, Mohamad Hasan Mansourian.
Irán ya anunció el pasado miércoles que había probado con “éxito" una versión propia de las baterías S-300, consideradas mucho más potentes que los sistemas antiaéreos Tor M-1, que Irán compró hace unos años.
El anuncio levantó las suspicacias de los expertos militares, quienes subrayan que este tipo de arma es muy difícil de replicar debido a la complejidad de sus sistemas, capaces de detectar y destruir misiles balísticos.
Mansourian detalló, asimismo, que durante esta quinta y última jornada de los ejercicios “la defensa iraní logró destruir docenas de aviones no pilotados enemigos usando misiles balísticos de corto alcance y artillería".
"Igualmente interceptó unos treinta aviones de guerra enemigos y los obligó a huir. Finalmente, se ha concluido con las habituales reparaciones", apostilló.
Por su parte, el general Hamid Arjangi, portavoz de las maniobras, señaló que el ejercicio trataba de “hacer frente a un ataque masivo de pequeños aviones no tripulados enemigos que violaron el espacio aéreo de la República Islámica y penetraron en lugares sensibles, industriales y nucleares".
El militar, citado por la agencia de noticias local Isna, reveló, asimismo, que durante las maniobras fue probado un sistema defensivo de misiles de medio alcance llamado “Mersad".
"Es un moderno sistema lanzado desde un drone (avión no pilotado). Lleva un sistema digital de fabricación nacional y está diseñado para la guerra electrónica. Puede interceptar y aniquilar aviones modernos a baja y media altura y se conecta con el radar", resaltó.
La Guardia Revolucionaria iraní, junto a fuerzas regulares del Ejército y voluntarios islámicos “Basij” iniciaron el pasado martes una serie de maniobras militares para comprobar su capacidad de defensa antiaérea.
Los ejercicios, bautizados “Defensores del Cielo 3", arrancaron con el objetivo oficial de comprobar el funcionamiento de sus sistemas de defensa antiaérea, claves en la protección de las centrales nucleares y otros lugares estratégicos.
Irán está sometido desde la década de los pasados ochenta a un embargo armamentístico, que sin embargo no le ha impedido desarrollar una potente industria bélica nacional. Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aspiraciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de arsenal atómico.
Israel, país que nunca ha reconocido estar en posesión de armas nucleares, ha amenazado en varias ocasiones con atacar Irán si no frena su controvertido programa nuclear, a lo que el régimen iraní ha replicado con el mismo lenguaje intimidatorio.
Durante esta última jornada, se volvieron a probar, además, las baterías antiaéreas de fabricación rusa S-200 que Irán dice haber adaptado para que funcionen como las S-300 que compró en 2005 y que Moscú se ha negado a entregar debido a las sanciones impuestas a Teherán por las sospechas que levanta su programa nuclear.
"Hemos desarrollado el sistema mejorando las S-200 y lo hemos probado con éxito utilizando todo el potencial y la experiencia de la Guardia Revolucionaria, el Ejército y el Ministerio de Defensa", explicó hoy a la televisión estatal el general de la Fuerza Aérea iraní, Mohamad Hasan Mansourian.
Irán ya anunció el pasado miércoles que había probado con “éxito" una versión propia de las baterías S-300, consideradas mucho más potentes que los sistemas antiaéreos Tor M-1, que Irán compró hace unos años.
El anuncio levantó las suspicacias de los expertos militares, quienes subrayan que este tipo de arma es muy difícil de replicar debido a la complejidad de sus sistemas, capaces de detectar y destruir misiles balísticos.
Mansourian detalló, asimismo, que durante esta quinta y última jornada de los ejercicios “la defensa iraní logró destruir docenas de aviones no pilotados enemigos usando misiles balísticos de corto alcance y artillería".
"Igualmente interceptó unos treinta aviones de guerra enemigos y los obligó a huir. Finalmente, se ha concluido con las habituales reparaciones", apostilló.
Por su parte, el general Hamid Arjangi, portavoz de las maniobras, señaló que el ejercicio trataba de “hacer frente a un ataque masivo de pequeños aviones no tripulados enemigos que violaron el espacio aéreo de la República Islámica y penetraron en lugares sensibles, industriales y nucleares".
El militar, citado por la agencia de noticias local Isna, reveló, asimismo, que durante las maniobras fue probado un sistema defensivo de misiles de medio alcance llamado “Mersad".
"Es un moderno sistema lanzado desde un drone (avión no pilotado). Lleva un sistema digital de fabricación nacional y está diseñado para la guerra electrónica. Puede interceptar y aniquilar aviones modernos a baja y media altura y se conecta con el radar", resaltó.
La Guardia Revolucionaria iraní, junto a fuerzas regulares del Ejército y voluntarios islámicos “Basij” iniciaron el pasado martes una serie de maniobras militares para comprobar su capacidad de defensa antiaérea.
Los ejercicios, bautizados “Defensores del Cielo 3", arrancaron con el objetivo oficial de comprobar el funcionamiento de sus sistemas de defensa antiaérea, claves en la protección de las centrales nucleares y otros lugares estratégicos.
Irán está sometido desde la década de los pasados ochenta a un embargo armamentístico, que sin embargo no le ha impedido desarrollar una potente industria bélica nacional. Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aspiraciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de arsenal atómico.
Israel, país que nunca ha reconocido estar en posesión de armas nucleares, ha amenazado en varias ocasiones con atacar Irán si no frena su controvertido programa nuclear, a lo que el régimen iraní ha replicado con el mismo lenguaje intimidatorio.
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