Dos sargentos fueron acusados de haber usado como escudo humano a un niño palestino durante la operación “Plomo Fundido”, la ofensiva que Israel lazó sobre Gaza a finales de 2008. La corte militar les quitó el rango y los condenó a tres meses de prisión. Ambos militares fueron declarados culpables de “comportamientos inadecuados” y de “poner en riesgo vidas humanas” luego de obligar al niño palestino de 9 años a inspeccionar unas bolsas en donde había explosivos. El incidente se produjo en Tel Al-Hawa, en el sur de Gaza. La sentencia se hizo pública hoy y sostiene que “los deberes operacionales no garantizan inmunidad”. “Si se hubiese expuesto a un niño israelí a lo mismo, el mundo entero se habría vuelto contra nosotros. Pero si es un niño palestino, no pasa nada”, señalaron fuentes oficiales. La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009 dejó unos 1.400 palestinos muertos y miles de heridos.
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