Dieciséis personas, entre ellos 8 niños, murieron debido a un atentado contra un colectivo en la provincia afgana de Kandahar, en el sur del país, informó el jefe de policía de la provincia, Abdul Raziq.
El funcionario policial agregó, según consignó la cadena televisiva Al Jazira, que la bomba fue responsabilidad de grupos talibanes, las víctimas, todas civiles, viajaban en un colectivo cuando éste fue alcanzado por un artefacto explosivo oculto a un costado de la carretera.
En tanto, otras cuatro personas murieron por un atentado suicida en la provincia de Jost, en el sudeste del país. Una de las víctimas era un comandante policial, mientras que 12 personas resultaron heridas, consignó la agencia DPA.
El jefe de la policía provincial, Sadar Mohammad Zazai, afirmó que el atacante se acercó esta mañana a las oficinas de la policía local en el área de Shai Kali, en la agitada provincia de Jost, y detonó su cinturón cargado con explosivos.
Entre las cuatro personas muertas estaba el jefe de la policía local, Mohammad Zahir Khan, dijo Zazai, aún se desconoce si Khan era el objetivo.
Por último, en la provincia central de Ghazni, un atacante suicida, que empujaba un carro de helados, detonó sus explosivos en la capital provincial donde mató a un niño e hirió a otros tres, según informó el jefe de la policía local, Mohammad Hussain.
"El atacante suicida era un joven que usaba barba y bigote delgados y traía un pañuelo en la cabeza", afirmó un testigo que se identificó como Asadullah, "iba empujando un carro de helados, yo estaba a 30 metros de él y luego explotó".
El Talibán anunció su ofensiva de primavera hace varias semanas y aumentó sus ataques en todo el país.
La insurgencia se enfocó en las fuerzas de seguridad de Afganistán en un intento por socavar los entrenamientos y los esfuerzos de reclutamiento de la coalición internacional, la cual espera ceder la seguridad a la naciente fuerza afgana en las zonas afectadas por ataques.
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