Debido a que las belugas huyen a todo tipo de material artificial con el que tomen contacto, Natalia Avseenko, de 36 años, asumió el reto de nadar desnuda en el frío Mar Ártico, que en ese momento registraba una temperatura de 1.5º bajo cero.
El acercamiento e intento de domesticación tuvo lugar en la región de Murmansk Oblast en el extremo noroeste de Rusia en la orilla del mar Blanco, cerca de la rama del círculo polar ártico, en el Utrish Dophinarium.
En esa parte, un área del mar coincide con la pileta de ballenas y delfines, donde se realiza su domesticación antes de su traslado a los diferentes acuarios.
Natalia, experta en yoga, utilizó esa técnica para poder permanecer más de 10 minutos bajo el agua, interactuando con las belugas bautizadas Nilma y Matrena.
Las ballenas beluga, famosas por la forma en que sus caras son capaces de transmitir expresiones humanas, habitan principalmente los mares de Europa, Norteamérica y Asia, y se calcula en más de 100.000 el número de especies. Infobae
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