Eddie Powell, un preso de 41 años, fue ejecutado por el método de la inyección letal en una prisión en el Estado norteamericano de Alabama el 16 de junio. El fallecido cumplió 12 años, 9 meses y 9 días en prisión por violar, matar y robar a Mattie Wesson, una anciana de 70 años, el 25 de marzo de 1995.
El criminal robó joyas y algo de dinero que después invirtió en comprar vino.
A lo largo del día de la ejecución Powell recibió la visita de su madre, su hermano y su hermana, así como la de un tío y un amigo, y escribió cartas en las que afirmaba que estaba tranquilo y que se había reconciliado consigo mismo y con Dios y pidió perdón por el "dolor que he causado". Anteriormente los abogados del ejecutado apelaron la condena a muerte alegando que tenía incapacidad mental, pero la Corte Suprema de Alabama y la Corte Suprema estadounidense rechazaron la apelación.
Eddie Powell es el cuarto ajusticiado en Alabama y el 22.º en EE. UU. en lo que va del año. En 2010 ejecutaron a 46 condenados a muerte en Estados Unidos.
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