La ciudadana española, Estíbaliz Carranza, fue arrestada el viernes en Italia como sospechosa de haber asesinado a su ex marido y a su ex novio en Austria, ha explicado que el primer crimen lo cometió en 2008 y el segundo en 2010, y que en ambos casos descuartizó los cuerpos con una sierra eléctrica antes de ocultarlos en el sótano.
El primer crimen se habría cometido en 2008 y la víctima fue su ex esposo alemán. La española le disparó por la espalda mientras estaba sentado de espaldas a ella frente al ordenador.
Un conocido de la mujer relató que el hombre había invertido 100.000 euros en la apertura de la heladería que la española regenta en Viena, y en cuyo sótano aparecieron los cuerpos.
"Después de divorciarse, el alemán le pidió el dinero invertido. Ella contó que le había dado 10.000 euros y que el hombre se había ido de viaje a la India para unirse a un grupo de meditación", recordó esa fuente bajo condición del anonimato.
El segundo asesinato, según el testimonio de Estíbaliz Carranza a la Policía, se produjo en noviembre del pasado año. Esta vez la víctima fue su novio austríaco, al que disparó mientras estaba tumbado en la cama. El hombre estaba en paradero desconocido desde esa fecha. Los análisis de ADN ya han confirmado que uno de los cuerpos descuartizados pertenece a este hombre, mientras que aún no se han confirmado la identidad de otra cabeza encontrada en el sótano, pese a las evidencias de que se trata del ex marido.
Los restos humanos estaban escondidos en dos heladeras y varios recipientes llenos de cemento y su presencia fue descubierta el lunes durante los trabajos de acondicionamiento de una peluquería vecina a la heladería de la española.
La española, que está embarazada de dos meses, ha declarado que sus dos víctimas la maltrataron física y psicológicamente y que ella sufría "ataques de ira" debido a la mala relación con sus parejas. Tras el hallazgo el lunes de los cuerpos, la española huyó al día siguiente a Italia. El miércoles se emitió una orden de arresto y el viernes fue detenida, después de que la Policía italiana fuera alertada por un hombre que la había alojado en su piso de Udine.
Tras ser interrogada ayer por la policía de Udine, la española fue trasladada a la prisión de mujeres de Trieste.
Entre hoy y mañana será interrogada por un juez, que será quien decida sobre la petición de extradición en la que Austria ya trabaja y que será enviada, a más tardar, el martes.
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