La policía de la ciudad china de Hangzhou, próxima a Shanghái, ha desmantelado una banda formada por 46 mujeres embarazadas que robaban de forma sistemática en supermercados, almacenes de electrodomésticos y tiendas de ropa. Este miércoles las mujeres comparecieron ante un juez para explicar cómo 'engendraron' su 'fértil' vocación criminal. Las mujeres, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 40 años, se quedaban embarazadas con frecuencia, circunstancia que aprovechaban como atenuante para cometer sus delitos, ya que los empleados de seguridad y de la policía tenían que liberarlas después de cada detención. De hecho, la ley penal no contempla el encarcelamiento de estas mujeres, beneficiadas por la aplicación de la cláusula que determina la responsabilidad por hurto menor.
Interrogadas por el juez, las ladronas confesaron que durante mucho tiempo no pudieron encontrar trabajo y tenían que cometer hurtos para mantener a sus familias. Dejaban a sus hijos recién nacidos en sus ciudades natales (mayormente en las provincias del interior), al cuidado de sus padres o de otros parientes, y se dirigían a Hangzhou para hacer su ‘trabajo’. Una de las arrestadas declaró que a lo largo de una década se había quedado embarazada ocho veces. Las integrantes de la banda cometían entre 300 y 400 robos al mes. Su actividad delictiva no sólo afectaba a comercios de venta al por menor, sino también a los bolsillos de los compradores. Pocos días después de que la policía las arrestara, el número de delitos registrados en la ciudad se redujo considerablemente.
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