Un clérigo islámico de Europa, afirma que las mujeres no deben acercarse a los plátanos y los pepinos, por las semejanzas con el órgano sexual masculino. Con esta medida, el imán espera preservar a las mujeres lejos de los "pensamientos sexuales".
El religioso, cuyo nombre no se revela, contó sobre sus reflexiones en una entrevista publicada en el diario digital El Senousa. "Si las mujeres quieren comerlos [plátanos y pepinos], un hombre, preferiblemente cercano (el padre o el marido), debe cortar la fruta en pequeños pedazos y servírselo así a la dama", prescribe el religioso musulmán.
Según el imán, los plátanos y pepinos "se asemejan al pene masculino", por eso pueden excitar a la mujer y "hacerle pensar en el sexo".
Entre las verduras 'peligrosas', figuran también la zanahoria y el calabacín.
A la pregunta de cómo deben comprar estas frutas y hortalizas en los mercados, el religioso contestó que ese tema es una decisión a adoptar entre las mujeres y Dios.
La noticia sobre estas curiosas recomendaciones, se ha difundido muy rápido en la red y se ha convertido en uno de los temas centrales de las discusiones de los musulmanes liberales que, por un lado, se mostraron indignados por estas declaraciones y, por otro, se quedaron avergonzados por las deducciones del religioso
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