Vicky Bell dio un aviso de incendio, cuando vio que las llamas devoraban su casa, pero cuando llegaron los bomberos, estos se quedaron fuera del inmueble mirando como se reducía a cenizas.
Vicky vive con su novio, en una población rural en el estado norteamericano de Tennessee. El pueblo no cuenta con su propio servicio de bomberos, por lo que si se declaran incendios avisan a los bomberos de South Fulton, una pequeña ciudad que no está muy lejos de allí.
Aunque está completamente equipado, el servicio de bomberos no ayuda a los residentes que no pagan la suscripción anual de 75 dólares. Y resultó que Vicky y su novio estaban en la lista de 'morosos'.
“Se podían ver sus vehículos aparcados en la distancia, sin hacer nada”, dice la mujer, que perdió todas sus posesiones en el incendio.
El alcalde de South Fulton, David Crocker, que aconseja a los vecinos que aprendan la lección del caso de Vicky Bell. “Espero que a partir de ahora todos hayan quedado bien informados sobre el pago anual”, añadió.
Gene Cranick, que vive en un poblado cercano, perdió su casa en un incendio en octubre sólo porque se olvidó de pagar el seguro. Rogó a los bomberos que extinguieran el fuego, ofreciéndoles dinero. Pero ellos se limitaron a mirar las llamas sin moverse. Gene perdió a sus cuatro mascotas y su casa en el fuego.
No lejos de allí, en el condado Blount, la gente que no ha pagado el seguro puede pagar los servicios de los bomberos en el lugar del incendio, lo que cuesta 2.200 dólares por las primeras dos horas.
Se han dado casos en los que bomberos que acudían a un aviso de incendio protegían la vivienda de un vecino suscrito a sus servicios, mientras que ignoraban las llamas que afectaban a la casa de al lado porque su dueño no pagó el seguro.
“En mi opinión, esto es como el seguro del coche. Si uno tiene un coche, compra un seguro. Si quiere protección, pagará su preció”, explica Benny McGuire, jefe del condado Obion, donde residían Vicky Bell y su novio.
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