El joven de origen hispano, que
disparó contra la Casa Blanca en noviembre de 2011, fue condenado hoy a 25 años
de cárcel y una multa de 94 mil dólares, para pagar los desperfectos causados
en la mansión presidencial de E.U., informaron fuentes judiciales.
Oscar Ramiro Ortega Hernández, de 23
años, ingresará en prisión tras ser declarado culpable de intentar asesinar al
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con quién estaba obsesionado, según
los documentos judiciales.
El joven disparó hasta en ocho
ocasiones contra el segundo y el tercer piso de la Casa Blanca, pero no logró
herir a nadie ni se temió por la seguridad del presidente ni de la primera
dama, Michelle Obama, que se encontraban en ese momento en San Diego
(California), antes de partir en viaje oficial a Asia. Una de las balas impactó
en una ventana ubicada en el centro del área residencial de la Casa Blanca y
frente al Despacho Oval, pero no traspasó el cristal al ser blindado.
El joven, del estado de Idaho, fue
detenido seis días después del suceso en un hotel cercano a Indiana
(Pensilvania), después de una frenética búsqueda de las autoridades federales.
Además del intento de asesinar al presidente, se le imputaron otros cargos por
atentar contra tres trabajadores de la Casa Blanca, y "dañar una propiedad
de los Estados Unidos", en concreto, la residencia presidencial, donde los
disparos causaron unos desperfectos por los que tendrá que pagar 94 mil dólares
de multa.
El entorno social del acusado aseguró
cuando comenzó la investigación que estaba obsesionado con Obama y que se
refería a él como al "Anticristo". Milenio.
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