Más de 150 mil personas, murieron
desde el comienzo de la guerra en Siria hace tres años, según un nuevo balance
difundido hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Esta ONG con sede en el Reino Unido,
que cuenta con una red de activistas y de fuentes médicas y militares, informa
de 150,344 muertos, entre ellos 51,212 civiles, de los cuales 7,985 niños.
Según el OSDH, la violencia mató a 37,781 combatientes de la oposición, entre
ellos a yihadistas del Frente al Nosra y del Estado Islámico en Irak y el
Levante (EIIL).
También perdieron la vida 58,480
miembros de las fuerzas del régimen, entre ellos 35 mil soldados y 364
combatientes del movimiento chiita libanés Hezbolá, añade la organización. El
OSDH también reporta la muerte de 2,871 personas de las que se desconoce su
identidad. La guerra de Siria comenzó en marzo de 2011 con una revuelta popular
pacífica contra el régimen del presidente Bashar al Asad que se fue
militarizando en respuesta a la brutal represión.
Asimismo, el Observatorio Sirio de Derechos
Humanos informó también que al menos 38 personas murieron hoy, entre ellas 19
menores, por ataques aéreos y disparos de proyectiles contra distintas zonas de
la provincia septentrional de Alepo y Damasco. Catorce personas, nueve de ellas
menores y cuatro mujeres, fallecieron por el lanzamiento de barriles de
explosivos desde helicópteros del ejército contra la localidad de Maarat al
Artiq, en Alepo.
En la capital homónima de esa
provincia, al menos ocho personas perdieron la vida, entre ellas dos niños, y
diecinueve resultaron heridas por el impacto de proyectiles de mortero
disparados por los rebeldes contra el distrito de Mukambu y la calle del Nilo,
bajo el control de las autoridades, indicó la ONG. La agencia de noticias
oficial Sana, que citó una fuente de la jefatura de Policía, culpó de este
ataque a "grupos terroristas armados" y redujo la cifra de fallecidos
a cinco, aunque señaló que hay 26 heridos, algunos en estado grave.
Otras siete personas perecieron, entre
ellas dos menores, por ataques aéreos de la aviación militar en áreas de Alepo
y su periferia, explicó el Observatorio. Mientras, en la periferia de Damasco,
según el Observatorio, al menos seis menores murieron por un bombardeo de las
fuerzas gubernamentales contra la población de Yabadin.
Sana apuntó que otros tres civiles
murieron y ocho resultaron heridos por el lanzamiento de proyectiles de mortero
por parte de "terroristas" contra áreas dentro de Damasco y en sus
alrededores, como Al Zabaltani. Estas informaciones no han podido ser
verificadas de forma independiente, debido a las restricciones impuestas por el
Gobierno sirio y los rebeldes a los periodistas para trabajar sobre el terreno.
De otra parte, el dirigente opositor
Ahmed Yarba, líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza
política de la oposición, ha visitado la provincia costera de Latakia, donde
los rebeldes han lanzado una ofensiva recientemente. La agrupación informó hoy
en un comunicado de que Yarba, que vive exiliado en Turquía, viajó en una fecha
no precisada a territorio sirio. Allí estuvo en el norte de la provincia de
Latakia, uno de los feudos del régimen de Bashar al Asad en la costa siria y
junto a la frontera turca.
El dirigente de la oposición visitó la
montaña de los Turcomanos y la de los Kurdos, así como la localidad fronteriza
de Kasab, tomada por los insurgentes, que iniciaron la ofensiva en Latakia el
21 de marzo. Yarba también se encontró con combatientes apostados en puntos
importantes como el monte Observatorio 45, Beit Halibia y Beit Shardak.
Asimismo, se reunió con los altos mandos de la sala de operaciones rebelde, que
dirige las acciones en la costa, para analizar sus planes y necesidades en esa
batalla.
La CNFROS difundió fotografías de
Yarba durante este viaje, en las que aparece vestido con una cazadora militar
en una zona montañosa y durante una reunión con opositores dentro de una casa.
No es la primera vez que Yarba entra de incógnito en Siria, ya que en agosto
pasado estuvo en la provincia de Derá, fronteriza con Jordania.
La provincia de Latakia, junto a la de
Tartús, acoge a gran parte de la minoría alauita de Siria, secta a la que
pertenece Al Asad, y es uno de los principales bastiones del régimen. Hasta
ahora, apenas se habían registrado choques en estas provincias desde el inicio
del conflicto en Siria hace tres años. Milenio.
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