Una flota
internacional de barcos y aviones, continúa revisando las aguas y los cielos
entre las costas de Vietnam y Malasia, en busca del avión de la compañía
Malasia Airlines que desapareció en la madrugada del sábado en pleno vuelo,
con 227 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, poco menos de una hora después de
despegar de Kuala Lumpur con destino Pekín, sin haber encontrado hasta ahora
rastros confirmados del aparato.
Según revela el diario El País, el rastreo prosigue al mismo tiempo que crecen las sospechas de
un posible atentado terrorista, tras confirmarse que al menos dos pasajeros
viajaban con pasaportes robados y al haber expresado las autoridades malasias
sus dudas sobre la identidad de otros dos viajeros.
Las fuerzas
aéreas de Malasia han asegurado este domingo que los registros de radar
militares indican que el avión –que no emitió ninguna señal de alarma antes de
desaparecer- dio la vuelta respecto a la ruta prevista, algo de lo que los
pilotos deberían haber informado a los controladores aéreos y la aerolínea y no
hicieron. Esto ha obligado a expandir la zona de búsqueda a la costa occidental
de Malasia, al otro lado del país respecto a donde se supone que desapareció.
El sábado
fueron descubiertas dos grandes manchas de aceite en el mar –cada una entre 10
y 15 kilómetros de largo-, lo que podría indicar que el avión -un Boeing
B777-200 de 11 años de antigüedad- se estrelló. El Gobierno malasio no ha
confirmado si tienen relación con el aparato (vuelo MH370) desaparecido, pero
ha dicho que encajan con el tipo de manchas que producirían los dos depósitos
del aparato.
En las
labores de búsqueda participan 15 aviones, seis barcos militares y tres
guardacostas de Malasia.
Vietnam ha enviado dos barcos, dos aviones y un helicóptero, mientras se han preparado seis aviones y nueve barcos más para reforzar la búsqueda. También China y Filipinas han enviado barcos a la zona. Estados Unidos ha movilizado un buque de guerra y un avión radar, y Singapur, un avión y un submarino.
Vietnam ha enviado dos barcos, dos aviones y un helicóptero, mientras se han preparado seis aviones y nueve barcos más para reforzar la búsqueda. También China y Filipinas han enviado barcos a la zona. Estados Unidos ha movilizado un buque de guerra y un avión radar, y Singapur, un avión y un submarino.
Las
autoridades aseguran que están investigando todas las posibilidades, incluido
un posible atentado terrorista, en particular, porque el avión no emitió
ninguna señal de alarma antes de que se perdiera el contacto con él y se ha
comprobado que dos pasajeros volaban con pasaportes robados. “No descartamos
ninguna posibilidad”, ha dicho Ahmad Jauhari Yahya, consejero delegado de la
aerolínea. El ministro de Transporte de Malasia, Hishammuddin Hussein, ha
asegurado que las autoridades están investigando cuatro posibles casos de
identidad sospechosa, y ha dicho que los servicios de inteligencia están en
contacto con los de otros países, incluido el FBI estadounidense. De momento,
no ha habido ninguna reivindicación de sabotaje.
La lista de
embarque hecha pública por Malaysia Airlines incluye los nombres de un
italiano, Luigi Maraldi, y un austriaco, Christian Kozel, que no iban de hecho
en el vuelo. El Ministerio de Exteriores de Austria ha afirmado que la policía
ha localizado al hombre sano y salvo en su casa, y que el pasaporte fue robado
hace dos años mientras estaba de viaje en Tailandia. El Ministerio de
Exteriores de Roma, por su lado, ha asegurado que ningún italiano viajaba en el
avión desaparecido. La madre de Maraldi ha confirmado a la agencia Reuters que
este perdió su pasaporte y probablemente fue robado, el año pasado, también en
Tailandia. En el avión –un Boeing 777-200-, iban 227 pasajeros de 14
nacionalidades; la mayoría de ellos de China (153), seguidos de 38 de Malasia y
siete de Indonesia.
La
desaparición del reactor es especialmente misteriosa porque se produjo con buen
tiempo y, según los indicios, cuando ya había alcanzado la altura de crucero,
no durante las fases de ascenso y aterrizaje, que son las más peligrosas. Solo
el 9% de los accidentes mortales de aviación ocurren cuando el avión se
encuentra en altitud de crucero, según Boeing. La falta de una señal de alarma
puede indicar que el problema que sufrió el aparato fue tan repentino que los
pilotos no tuvieron tiempo de comunicarlo o algo les impidió hacerlo.
Según John
Goglia, un antiguo miembro del Consejo de Seguridad del Transporte Nacional
(NTSB, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos -el comité que investiga los
accidentes aéreos-, la falta de un aviso de emergencia sugiere que el avión
experimentó una descompresión explosiva o fue destruido por un dispositivo
explosivo, informa Reuters. Goglia cree que la existencia de pasajeros con
identidad falsa apunta a la posibilidad de una bomba.
No está claro
cómo pudieron montar en el avión personas con un pasaporte que no era el suyo.
La policía internacional Interpol tiene una base de datos con más de 39
millones de documentos de viaje de los que 166 países han informado que han
sido robados o perdidos, lo que permite a la policía y los agentes de
inmigración comprobar la validez de un pasaporte en segundos. La policía
italiana asegura que la pérdida del pasaporte de Luigi Maraldi fue denunciada
el 1 de agosto de 2013, y que fue registrada en la bases de datos de Interpol.
La cantidad
de tiempo necesaria para encontrar un avión que cae al mar puede variar mucho.
Los aparatos que se estrellan en aguas no muy profundas, como las situadas
frente a la costa de Vietnam, son más fáciles de localizar y recuperar que
aquellos que se hunden en cañones o cadenas montañosas bajo el océano.
Una vez que
sea localizado, la prioridad será recuperar las cajas negras, donde están
registradas las conversaciones de los pilotos. Estos dispositivos van equipados
con emisores de ultrasonidos que, con buenas condiciones, pueden ser detectados
a cientos de kilómetros de distancia.
El vuelo
MH370, operado en código compartido con la compañía china Southern Airlines,
despegó de la capital de Malasia a las 00.41, hora local del sábado (17.41 del
viernes en la España peninsular), y tenía previsto aterrizar en la capital
china a las 6.30 (23.30 del viernes en España). El último contacto de los
controladores aéreos con el aparato se produjo a 120 millas náuticas (228
kilómetros) de la ciudad costera de Kota Bharu (Malasia), ya en espacio aéreo
de Vietnam. El control aéreo de Vietnam nunca llegó a tener señal del aparato.
El Consejo de
Seguridad del Transporte Nacional estadounidense ha enviado un equipo para
ayudar en la investigación, acompañado de expertos de la Administración Federal
de Aviación de Estados Unidos y Boeing.
La tragedia
del Boeing 777 recuerda al caso del vuelo 447 de Air France que desapareció en
el Atlántico el 1 de junio de 2009 mientras cubría la ruta Río de
Janeiro-París. El A-330, con 228 personas a bordo, se estrelló y hundió en
aguas muy profundas. Llevó casi dos años recuperar la sección principal del
fuselaje y las cajas negras desde una profundidad de unos 4.000 metros. Se
estrelló por una serie de fallos mecánicos y humanos de los pilotos. Mdzol