Unas 600
personas protestaron el jueves de noche en San Pablo, contra el Mundial-2014
exigiendo más inversiones públicas en educación y transporte en lugar de
estadios, en una movilización que dejó cinco detenidos, según la Policía.
“Quiero más
derechos, más salud, educación, un transporte digno. El gobierno no invierte en
esas cosas, sino en algo como la Copa. Hay un error en la prioridad, Brasil no
es un país rico como para hacer eso”, dijo a la AFP una manifestante, Maira
Sato, de 25 años.
La protesta,
que se desarrolló en gran parte de manera pacífica aunque con momentos de
tensión, convocó a un número pequeño de manifestantes -600 según la policía,
1.000 según los organizadores- en la ciudad más poblada de Brasil, de 20
millones de habitantes en toda el área metropolitana.
Vigilados
estrechamente por 1.700 policías, los manifestantes llevaban carteles en los
que podía leerse “Queremos escuelas padrón Fifa” y coreaban cánticos como
“¡Hey, Fifa, paga mi tarifa!” [de transporte].
Cinco
personas quedaron detenidas, informó la Policía a la prensa.
“La Policía
sólo actúa cuando hay violencia”, comentó el teniente coronel de la Policía
Militar (PM), José Eduardo Bexiga, al informar de las detenciones.
Los
manifestantes recorrieron más de 10 km entre la avenida Faria Lima, un
importante centro financiero en el oeste de la ciudad, hasta la Praça da Sé, en
pleno centro de Sao Paulo.
Al llegar a
esa plaza, donde se alza la catedral metropolitana, la columna se dispersó,
aunque apenas un centenar de manifestantes había llegado hasta ahí.
El recorrido
fue pacífico pero con algunos momentos de tensión entre manifestantes y
policías, como en la importante avenida Paulista, donde fueron destruidos los
vidrios de una sucursal bancaria y hubo algunas detenciones.
Manifestantes
gritaban “fascistas” a los policías, que a su vez estrechaban el radio de
acción de los manifestantes, aunque luego permitieron el paso.
La anterior
protesta anti Copa en Sao Paulo, el 22 de febrero, convocó a un millar de
participantes y terminó con choques violentos con la Policía y el arresto de
casi un cuarto de los manifestantes, 230 personas, incluidos al menos cinco
periodistas.
Fue la
primera vez que San Pablo usó la “Tropa de Braço” en las protestas callejeras,
apodada también como “policía ninja”, que no está armada pero sí entrenada en
artes marciales como el jiu-jitsu para realizar arrestos masivos y reducir a
los manifestantes.
Esta vez
observadores del departamento de la Policía Militar de Sao Paulo, que atiende
reclamos de la población, acompañaron la protesta. En anteriores ocasiones sólo
habían seguido las movilizaciones a la distancia.
“Participamos
de un grupo de observación en defensa del derecho a la libre manifestación de
la población. Buscamos evitar la violencia sobre todo por parte de la PM, que
ha cometido excesos”, dijo a la AFP Wagner Bucheb, asesor de prensa de este
departamento, que hacia el final de la manifestación comentó que había estado
“todo tranquilo”.
Las
manifestaciones de los últimos meses convocan a menos personas que las
protestas de junio pasado durante la Copa Confederaciones, pero son a veces más
radicales.
En junio, más
de un millón de brasileños salieron a la calle en demanda de mejoras en salud,
educación, mano dura a la corrupción política y contra el excesivo gasto
público en el Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio. Biobiochile.