El piloto Gary Collings observa como su avión ligero, de 100 mil dólares, se hunde en el Mar del Norte.
Collings, de 49 años, y su pasajero Mark Andrew, 34 años, escaparon milagrosamente luego de que el Piper PA32 comenzara a fallar a 15 millas de la costa inglesa. Estaban retornando desde Alemania. El avión comenzó a oler a quemado, por lo que el piloto se dio cuenta de que era poco probable llegar a tierra y le dijo a los controladores de tránsito aéreo que estaba a punto de deshacerse de la nave en el mar.
Hizo un acuatizaje y rápidamente los dos pasajeros salieron por la puerta y se pararon sobre el ala. Luego inflaron las balsas salvavidas y esperaron que los rescataran. Mientras aguardaban, con sus teléfonos celulares hicieron las fotos del avión hundiéndose. Fueron salvados 30 minutos más tarde, e izados a bordo de un helicóptero Sea King de la Royal Air Force.
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