Un atentado terrorista en un banco en la ciudad oriental afgana de Jalalabad se cobró la vida de al menos 38 personas y otras 71 resultaron heridas, cifra que lo hace el ataque más grave del país desde hace ocho meses según informaron las autoridades de la nación asiática.
El ataque fue perpetrado el sábado por un grupo de cinco terroristas que entraron en una sucursal del Banco de Kabul y abrieron fuego contra los clientes. Todos los atacantes vestían uniformes del Ejército del país.
Cuatro de los atacantes murieron al estallar sus chalecos explosivos en medio de un tiroteo con la policía que duró varias horas. Un quinto, procedente de Pakistán, fue detenido y sus explosivos neutralizados. Según otras fuentes, el saldo de muertes llegó a 40 y siete, en vez de cinco terroristas, estuvieron involucrados en los hechos. El sábado se informó de sólo 18 muertos en el ataque.
Según el Ministerio del Interior afgano, muchos de los fallecidos eran representantes de las fuerzas de seguridad que acudieron al banco para recoger sus salarios. Puesto que las reglas de seguridad del local prohíben que se lleven armas dentro de sus dependencias, ninguno de los policías o soldados tenía armas para defenderse.
El atentado en Jalalabad es el más sangriento desde junio pasado, momento cuando un suicida terrorista detonó explosivos en una boda repleta de gente en el sur de Kandahar dejando un saldo de alrededor de 40 muertos.
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