El primer Ministro de Nueva Zelanda, John Key, ha declarado el estado de emergencia nacional después de elevar a 75 el número de muertos por el terremoto del martes en Christchurch. Otras 300 personas siguen desaparecidas.
En el depósito de cadáveres hay 55 cuerpos, mientras que otros 20 ya están de camino después del temblor de 6,3 grados de magnitud. A lo largo del día de ayer se rescató con vida de entre los escombros de los edificios derrumbados a un centenar de personas.
El terremoto, que alcanzó los 6,3 grados de magnitud en la escala Richter, tuvo su epicentro a diez kilómetros al sureste de Christchurch, alcanzando una profundidad de 5 kilómetros, y fue seguido por una réplica de 15 minutos de 4,5 grados, convirtiéndose en el segundo gran temblor de la ciudad en cinco meses, y el peor desastre natural de Nueva Zelanda en 80 años. El alcalde de Christchurch, Bob Parker,ya ha declarado el estado de emergencia.
Grandes edificios han quedado completamente destruidos, mientras que otros han resultado gravemente dañados. Entre estos últimos destaca la Catedral de Christchurch. Con cerca de 400.000 habitantes, esta es la ciudad más poblada de la isla Sur de Nueva Zelanda. Se calcula que en el edificio del banco Forsyth Barr, de 13 plantas, quedaron unas 150 personas atrapadas. El bombero Peter McCardle ha contado que ya se han rescatado a 30 dentro del inmueble, el cual, según sus cálculos, no corre peligro de derrumbe.
Además, algunos testigos han explicado a la BBC que dentro del edificio Pyne Gould Guinness también estaban unas 150 personas atrapadas tras el seísmo, aunque se desconoce cuántas han sido rescatadas. Los equipos de salvamento han instalado un refugio temporal en el parque Hagley, donde ya ha llegado más de medio millar de personas. La televisión estatal, TVNZ, también ha informado de que en otro punto de la ciudad se ha establecido una morgue provisional para ir llevando los cadáveres.
Key se ha desplazado hasta la ciudad después de mantener en Wellington, la capital del país, una reunión urgente para coordinar la estrategia de respuesta. En este sentido, ha aceptado la oferta australiana de enviar equipos de búsqueda y rescate. Este grupo estaría formado por un contingente de 148 especialistas, de los que la mitad ya están trabajando en el rescate y la búsqueda de supervivientes en Christchurch, según el Gobierno australiano.
El pasado septiembre, un seísmo de 7,2 grados ya golpeó Christchurh y causó decenas de heridos e importantes daños en infraestructuras públicas y edificios en el sur del país. Desde entonces, esta parte del país ha sufrido numerosos temblores. El último, justo después de Navidad, de 4,9 grados.
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