Un tribunal de Bagdad condenó el lunes cadena perpetua a un agente de seguridad británico, acusado de matar a dos de sus colegas, un británico y un australiano, en 2009 en Irak.
“Es un excelente veredicto, un resultado muy bueno. Danny Fitzsimons escapó a la pena de muerte. Sin embargo, nosotros apelaremos en los próximos días y esperamos obtener una reducción de la pena”, declaró a la prensa su abogado iraquí, Tareq Harb, cuando el juez anunció la sentencia.
El abogado señaló que según la ley iraquí, la cadena perpetua significa 20 años de prisión.
Durante el juicio, el acusado, de 30 años, afirmó que había actuado en defensa propia durante una violenta pelea bajo la influencia del alcohol.
Según Fitzsimons, sus dos colegas -el británico Paul McGuigan y el australiano Darren Hoare- irrumpieron en su habitación y lo derribaron apuntando a su rostro con un fusil de asalto, obligándolo a utilizar su pistola para defenderse.
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