CRECE LA TENSIÓN ENTRE ARGENTINA Y EE. UU. POR DECOMISO DE LA CARGA ILEGAL!!!!!!!

Por ahora, la situación conflictiva en la que se encuentran los gobiernos de Argentina y EE. UU.,  debido al decomiso de la carga del avión militar estadounidense por la aduana argentina, parece estar lejos de resolverse.

El incidente ocurrió el 10 de febrero, cuando las autoridades aduaneras argentinas descubrieron que un avión militar norteamericano, que había llegado a Buenos Aires con equipos para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad local, contenía en su interior drogas (sustancias psicotrópicas), armas y otro material militar no declarado de antemano, lo que provocó una nueva grieta diplomática entre ambos países.

El hallazgo encendió los ánimos argentinos: el Gobierno de Argentina ha enviado inmediatamente una nota de protesta formal a la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, a la que  EE. UU., según Argentina, no respondió ‘satisfactoriamente’.

EE. UU. mantiene una posición de ‘asombro’ ante la situación creada. Esta mañana, Philips Crowley, vocero del Departamento de Estado, acusó al gobierno argentino de no querer resolver el conflicto y a través de la red social Twitter, expresó su "sorpresa" por la actitud de la Casa Rosada en este asunto y volvió a pedir que se devuelva el material "lo más pronto posible".

Virginia Staab, portavoz del Departamento de Estado, consideró la acción “desconcertante e inquietante” ya que, según ella, el programa había sido “totalmente coordinado y aprobado” por Argentina, que realizó “una búsqueda inusual e inesperada de la carga, tomando ciertos elementos”.

Mientras tanto, la parte argentina no parece ‘rendirse’ tan fácilmente: el canciller Héctor Timerman expresó recientemente su posición de que ‘la legislación argentina debe ser respetada por todos, sin excepción’.

La tensión entre ambos países se debe también a que el presidente Obama en su primer viaje a Sudamérica, planeado para este marzo, excluyó a Argentina de su listado de visitas en las que sí figuran Brasil y Chile. Igual que su antecesor, George W. Bush, el actual presidente decidió no verse con la mandataria de la Casa Rosada, gesto interpretado como un fuerte golpe para la diplomacia argentina.