Ocurrió a 30 kilómetros de la central. Este hallazgo desató el temor en los vecinos de la zona por posibles mutaciones celulares en humanos causadas por la radiactividad.
Un conejo sin orejas nació en Namie Tsushima, exactamente a 30 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima, que colapsó tras el terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo.
El nacimiento del mamífero ha desatado el temor entre los vecinos de la zona.
Algunos expertos aseguran que la malformación se debe a las fugas radiactivas de la central tras el terremoto que se produjo hace casi tres meses.
Pero aún tienen que practicarse los análisis y estudios correspondientes para poder determinar una relación de causa efecto.
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