Un hombre
fingió estar muerto, y sobrevivió así a la masacre en la que fueron asesinadas
14 personas, cuyos cadáveres fueron localizados la madrugada del jueves, en la
periferia de la ciudad mexicana de San Luis Potosí, según informó la Secretaría
de Seguridad Pública Federal.
Según un
comunicado, el sobreviviente se encontraba el día jueves en un hospital, donde
fue trasladado para recibir atención médica tras ser auxiliado por policías
estatales. Los oficiales lo localizaron cerca del lugar donde horas antes
habían descubierto a los 14 cuerpos, todos del sexo masculino, dentro de una
camioneta.
“El hombre
afirmó haber escapado durante el homicidio de las víctimas que viajaban en la
camioneta, (…) fingió encontrarse sin vida y aprovechó el momento en que los
presuntos homicidas cargaban combustible para internarse en un monte",
señaló el comunicado.
Una fuente de
la policía estatal de San Luis Potosí aseguró que el hombre, cuando fue
encontrado por los uniformados, "estaba amordazado, llevaba las manos atadas
a la espalda, tenía huellas de haber sido golpeado y estaba visiblemente
conmocionado".
El homicidio
de estos hombres, fue la primera masacre masiva atribuida al crimen organizado
que se registra en el estado de San Luis Potosí, donde actúa el cártel de Los
Zetas, considerado uno de los más poderosos y sanguinarios de México. Según las
primeras indagatorias, las víctimas habrían sido secuestradas en el vecino
estado de Coahuila.
El jueves,
luego del hallazgo de los cuerpos, se registraron enfrentamientos entre
militares y presuntos delincuentes, con un saldo de tres pistoleros muertos.
Los
enfrentamientos continuaron este viernes, con un tiroteo entre fuerzas
federales y presuntos narcotraficantes que duró más de dos horas en la zona
norte de San Luis Potosí, que terminó con cinco presuntos delincuentes muertos.
"Son cinco hombres muertos. Viajaban en una camioneta cuando fueron
detectados por policías federales y se inició una persecución y una
balacera", detalló una fuente que pidió no ser identificada.
Más de 50.000
personas han muerto en México de forma violenta desde diciembre de 2006, como
resultado de las pugnas entre los cárteles del narcotráfico, de asesinatos de
civiles ajenos al crimen organizado por estos grupos y en operativos militares antidrogas.