El juez de
Instrucción número 1 de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que lleva el
caso de la niña marroquí rescatada en Bolivia, ha citado a declarar a los
padres de la menor en calidad de imputados, por un presunto delito de abandono
de familia.
Fuentes del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), han informado este lunes de
que, en un auto, el juez ha dejado la puerta abierta a que los padres puedan
ver a la niña, "siempre en un entorno controlado", y en un centro de
la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la
Generalitat.
Asimismo,
prohíbe la salida de España de la menor, a partir de ahora e incluso que se le
pueda expedir un pasaporte o se le retire si ya lo tiene. La niña marroquí de
nueve años rescatada en Bolivia, tras permanecer secuestrada siete meses en el
país andino, ha llegado en la madrugada de este lunes al aeropuerto de Madrid
Barajas, desde donde ha sido trasladada a Barcelona, han informado fuentes de
la Guardia Civil. Por orden del juez, permanecerá a cargo de la Generalitat.
Al llegar a
la ciudad condal, ha sido trasladada a un hospital para realizarle una revisión
médica, y luego pasará a disposición de la DGAIA de forma provisional, mientras
se sigue con la investigación del caso.
El juez
ordena que la DGAIA informe, "de forma urgente", sobre la situación
de la menor y la conveniencia de que vuelva con sus padres. Mientras esto no se
resuelve, la niña estará acogida en un centro residencial de acción educativa
(CRAE) de la Generalitat, donde recibirá atención psicológica y podrá recibir
la visita de sus padres siempre que el equipo técnico lo estime conveniente y
en un entorno controlado.
Estas medidas
son de carácter provisional, mientras se sigue la investigación del caso y han
sido solicitadas por el Ministerio Fiscal, informa el TSJC.
Ninguna
hipótesis descartada: Los Mossos d'Esquadra
y la Guardia Civil continúan investigando cómo la niña salió del país con una
autorización notarial aparentemente firmada por los padres de la menor, aunque
éstos han negado que ellos autorizaran el viaje y han dicho que fueron
engañados por el secuestrador, Grover Morales, que era un vecino suyo con el
que habían trabado mucha amistad.
La madre de
la niña, Fátima, negó ayer mismo durante una concentración de apoyo de
conocidos marroquíes en L'Hospitalet que hubieran acordado ningún tipo de
transacción económica con el secuestrador y que fue éste quien se llevó a la
pequeña.
Con anterioridad,
los padres justificaron ante los Mossos d'Esquadra que llevan el caso que
habían autorizado a la menor porque la niña no había hecho nunca turismo y
querían que fuera de vacaciones aprovechando que el vecino tenía que viajar a
su país a visitar a su madre.
El presunto
captor, que vivía en España desde hace más de un año, era amigo de los padres
de la niña, que dieron su permiso para que la menor le acompañara a unas
vacaciones al país andino. De hecho, el entorno de la familia ha explicado que
el secuestrador incluso se hizo pasar por musulmán y acudía a la mezquita a
rezar.
Ni los Mossos
ni la Guardia Civil han facilitado más detalles sobre la motivación de los
padres, ya que la investigación aún sigue abierta y no se descarta ninguna
hipótesis.
La niña
liberada, que reside en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), permaneció
secuestrada en la zona selvática boliviana de El Chapare durante siete meses
hasta su rescate por efectivos de la Guardia Civil, con el apoyo de la policía
boliviana.20minutos.