Se preparaba para fumigar pero estando en pleno vuelo sintió un fuerte pinchazo, luego mareos y por ultimo se desmayó. Cuando despertó estaba en tierra, rodeado de cañas y completamente perdido.
El piloto de un avión Cessna 340 fumigador que se estrelló el pasado jueves en un cañaveral en Filadelfia, Guanacaste, en Costa Rica, atribuyó el accidente a la picadura de una avispa. Esa fue la versión que dio Rolando Suárez Ramírez, de 58 años, a un compañero de trabajo y a personal de la Cruz Roja, según informó el diario Nación de Costa Rica. Suárez fue rescatado en buen estado de salud, aunque su aeronave sufrió cuantiosos daños.
La parte delantera de la avioneta quedó destrozada y todos los sistemas de comunicación quedaron inservibles. Un compañero de trabajo de Suárez fue el primero en enterarse del accidente. El pasado jueves, en la tarde, el hombre llamó por teléfono celular al aviador debido a que este no llegó a fumigar una finca en Cañas. El piloto le respondió que debido a la picadura de una avispa había perdido el control de la aeronave y que se había estrellado en un cañaveral, pero que no sabía el lugar preciso dónde se encontraba.
Fue este compañero quien alertó a la Cuz Roja de Filadelfia, sobre la posibilidad de que la aeronave hubiera caído en uno de los cañaverales de esa ciudad.
“El hombre decía que había sentido un piquete de avispa y que se empezó a sentir muy mal. Luego nos dijo que no sabía exactamente dónde estaba, pero que solo veía cañas por todos lados”, comentó Henry Pérez, de la Cruz Roja, quien habló con el piloto por teléfono. Ese jueves, durante varias horas, las unidades de rescate buscaron a Suárez y su avioneta con la ayuda de propietarios de cañales. Pero no tuvieron éxito. La mañana de ayer, un grupo de peones de una finca localizó al piloto y alertó a la Cruz Roja sobre su ubicación exacta.
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