En Brasil han detenido a 19 oficiales de la policía del Estado central de Goiás por pertenecer a un escuadrón de la muerte que supuestamente mató a, por lo menos, cuarenta personas, entre ellos niños, adolescentes y mujeres.Los sospechosos afirmaron que crearon el grupo de exterminio con el fin de acabar con los criminales en el Estado. Las autoridades dijeron que la banda a menudo simulaba tiroteos para encubrir ejecuciones. Las víctimas eran registradas como supuestos delincuentes muertos en enfrentamientos con la policía.
Entre los detenidos figura el subcomandante general de la Policía Militarizada de Goiás, el coronel Carlos Cézar Macario, así como un teniente coronel, un mayor, dos capitanes, un teniente, dos subtenientes, un sargento y cuatro cabos de la institución.
La operación contra la banda de policías de Goiás tuvo lugar cuatro días después de que la Policía Federal arrestara en Río de Janeiro a unos 35 agentes que estaban bajo sospecha de realizar actividades ilegales.
Los detenidos en Río de Janeiro fueron acusados de integrar cuatro organizaciones delictivas, dos de las cuales vendían armas y drogas a grupos criminales, una tercera se dedicaba a ofrecer seguridad a mafiosos y una última estaba vinculada a las "milicias", como son conocidas las bandas paramilitares que combaten narcotraficantes en las favelas.
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