Detrás de ese universo de raciones de oreja, paella, calamares o chopitos, hay un mundo por descubrir. Más allá de los platos más típicas, Madrid esconde rincones algo más exóticos en los que se pueden degustar platos de lo que, hasta hace bien poco, cualquier vecino no habría considerado comestible.
A pesar de que aún hay muchos que, en lo que a huevos se refiere, la opción más exótica que han probado es la codorniz, cada vez más tascas de la capital ofrecen una opción diferente para llenar los estómagos con más saque. Se trata de los enormes huevos de avestruz, equivalentes a unos doce de gallina, ideales para compartir entre amigos en una tarde de cañas.
Pero si entre las preferencias de los asistentes para acompañar la cerveza son los frutos secos, hay alternativas mucho menos ortodoxas. Como los chapulines mexicanos, (Saltamontes a este lado del charco), saladitos y aderezados con limón y chiles. Deliciosos. En diferentes restaurantes de la capital para buscar las propuestas más osadas a la hora de comer. Si eres de los que se atreve con todo, no dudes en consultarlas en el video.
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