Comerciantes, prostitutas y hasta supuestos narcotraficantes de Centroamérica y México interrumpieron sus actividades por un día para adorar a su santo protector, San Simón, a quien rogaron para que les brinde prosperidad. Provenientes de distintos puntos de Guatemala, así como de países vecinos, miles de devotos abarrotaron el jueves el recién estrenado templo de San Simón en el poblado de San Andrés Itzapa, 72 km al oeste de la capital, para rogar que se cumplan sus anhelos.
Las autoridades locales estiman que llegaron al poblado unos 10.000 visitantes, incluidos turistas de diversas partes del mundo, atraídos por la devoción al santo o por curiosidad. "San Simón es muy generoso con nosotros, venimos por amor, dinero, prosperidad y salud", aunque muchos también llegan para pedir por la "desgracia" de otras personas que les han "hecho daño", dijo Sandi, una prostituta guatemalteca que no reveló cuál era el propósito de su plegaria.
"Te da lo que le pedís, siempre que lo hagas con fe", aseguró a la AFP la comerciante Rosa Sánchez, que desde hace varios años visita religiosamente cada año este pintoresco poblado.
La mujer dijo que gracias a sus plegarias al santo han mejorado considerablemente su vida y su negocio.
Pedro Sajché llegó desde el lejano Huehuetenango, a unos 300 km del lugar, para colocar una placa de agradecimiento por los favores recibidos de San Simón, cuya adoración surgió del sincretismo de la religión católica de los españoles con los indígenas guatemaltecos en la época colonial.
"Feliz cumpleaños monchito", como llaman cariñosamente a San Simón, y "gracias hermano", eran las frases más frecuentes de los feligreses llegados en busca de la "limpia", un acto de purificación a cargo de sacerdotes indígenas basado en rociar aguardiente y hierbas sobre el cuerpo del penitente.
El poblado se ha hecho famoso por San Simón y los lugareños dicen que el lugar es visitado también por delincuentes y narcotraficantes. Un grupo de supuestos narcos, con las pistolas al cinto y a bordo de lujosos vehículos todoterreno, llegó el lugar con un grupo de mariachis para homenajear al santo con música.
Uno de ellos pidió a un fotógrafo que le tomara fotos a una bella muchacha que los acompañaba, pero éste se negó explicándole que tomaba fotos para la prensa, no para la venta a particulares.
Otros mariachis también estaban en los alrededores del templo ofreciendo su música a quien los quisiera contratar, y cerca de allí había un centro de baile con grupos musicales en vivo para que los devotos pudieran bailar después de adorar a su santo, que fue un apóstol de Jesús, según la tradición católica.
Las autoridades locales estiman que llegaron al poblado unos 10.000 visitantes, incluidos turistas de diversas partes del mundo, atraídos por la devoción al santo o por curiosidad. "San Simón es muy generoso con nosotros, venimos por amor, dinero, prosperidad y salud", aunque muchos también llegan para pedir por la "desgracia" de otras personas que les han "hecho daño", dijo Sandi, una prostituta guatemalteca que no reveló cuál era el propósito de su plegaria.
"Te da lo que le pedís, siempre que lo hagas con fe", aseguró a la AFP la comerciante Rosa Sánchez, que desde hace varios años visita religiosamente cada año este pintoresco poblado.
La mujer dijo que gracias a sus plegarias al santo han mejorado considerablemente su vida y su negocio.
Pedro Sajché llegó desde el lejano Huehuetenango, a unos 300 km del lugar, para colocar una placa de agradecimiento por los favores recibidos de San Simón, cuya adoración surgió del sincretismo de la religión católica de los españoles con los indígenas guatemaltecos en la época colonial.
"Feliz cumpleaños monchito", como llaman cariñosamente a San Simón, y "gracias hermano", eran las frases más frecuentes de los feligreses llegados en busca de la "limpia", un acto de purificación a cargo de sacerdotes indígenas basado en rociar aguardiente y hierbas sobre el cuerpo del penitente.
El poblado se ha hecho famoso por San Simón y los lugareños dicen que el lugar es visitado también por delincuentes y narcotraficantes. Un grupo de supuestos narcos, con las pistolas al cinto y a bordo de lujosos vehículos todoterreno, llegó el lugar con un grupo de mariachis para homenajear al santo con música.
Uno de ellos pidió a un fotógrafo que le tomara fotos a una bella muchacha que los acompañaba, pero éste se negó explicándole que tomaba fotos para la prensa, no para la venta a particulares.
Otros mariachis también estaban en los alrededores del templo ofreciendo su música a quien los quisiera contratar, y cerca de allí había un centro de baile con grupos musicales en vivo para que los devotos pudieran bailar después de adorar a su santo, que fue un apóstol de Jesús, según la tradición católica.
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