La supuesta presencia del demonio llevó a la locura a 11 personas. Movidas por el pánico desenfrenado, se arrojaron al vacío y murió un bebé. La policía intenta determinar las verdaderas causas del hecho.
La Verrière fue testigo anoche de un drama con muchas incógnitas. Un bebé de cuatro meses murió tras la defenestración al alba de 11 personas, entre ellas niños, que creyeron ver al diablo en un apartamento de La Verrière, en las afueras de Paris, según fuentes judiciales. En realidad, era el padre del bebé.
Según las primeras investigaciones, el pánico se extendió entre varios ocupantes del inmueble que confundieron con el diablo a un padre que, completamente desnudo y medio dormido, se dirigía al lecho de su bebé, que lloraba en medio de la noche.
"Trece personas se encontraban en un apartamento del segundo piso de un inmueble cuando, sobre las tres de la madrugada, uno de los ocupantes oyó a su niño llorar", explicó Odile Faivre, fiscal adjunta de la fiscalía de Versalles.
"El hombre en cuestión, de origen africano, y completamente desnudo, se levantó para dar de comer al niño mientras los otros ocupantes le confundieron con el diablo", declaró la fiscal adjunta, precisando que el hombre había resultado "gravemente herido en una mano por un corte con cuchillo antes de ser expulsado del apartamento". El padre de familia, expulsado desnudo de su propia casa, intentó entrar de nuevo en el apartamento. "En este momento precisamente, los otros ocupantes huyeron lanzándose por la ventana, con un miedo atroz al diablo", prosiguió Faivre.
El bebé de cuatro meses, gravemente herido, falleció por las heridas. Los heridos, siete de los cuales sufren múltiples traumatismos, fueron llevados por los servicios de urgencia varios hospitales de la región, según explicó la fiscalía de Versalles. Tres niños han sido trasladados al hospital.
La policía ha interrogado a dos hombres: el que fue confundido con el diablo y otro hombre que se habría defenestrado con una niña de dos años en brazos.
La investigación, aún con muchas incógnitas, sigue en marcha para saber si las personas que se tiraron por la ventana lo hicieron por voluntad propia o fueron obligadas a ello, precisó Faivre .
La policía que registró la vivienda no ha descubierto sustancias alucinógenas y, según la fiscal, "en el apartamento no tenía lugar una sesión de espiritismo".
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